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Un mal día para revivir 'fantasmas' del pasado

Los jugadores del Atlético cabizbajos tras el pitido final (Vía EFE).
Miguel Ángel Moreno

Más cerca que nunca, pero derrotado como siempre, el Atlético de Madrid del argentino Diego Pablo Simeone volvió a revivir su peor pesadilla, la de un Barcelona al que no ha ganado en dieciséis duelos ligueros y la del argentino Lionel Messi, ejecutor omo tantas veces, con 30 goles en 39 partidos (0-1).

Messi, siempre Messi. La clave no estuvo ni el retornado punta galo Antoine Griezmann y la orquesta de silbidos que le acompañó toda la noche, tampoco en el uruguayo Luis Suárez, protagonista en la pared que sirvió al astro argentino, sino en Messi, letal, y en todo caso en el portero alemán Marc André Ter Stegen, capital con dos paradas clave en la primera mitad y también en la segunda

Las pesadillas de Simeone en la Liga española se escriben en azulgrana -este domingo en amarillo, el color del uniforme del Barcelona con rayas rojas recordando la bandera catalana- y tienen su 'hombre del saco', que responde a Lionel. El Atlético no solo mereció, sino que generó ocasiones claras, del defensor Mario Hermoso y el delantero Álvaro Morata, pero el resultado fue el de siempre. Y ya son dieciséis duelos ligueros sin ganar al Barça.

Una nueva decepción en un duelo con todos los alicientes posibles: el retorno de Griezmann ante la que fue su afición durante las cinco últimas temporadas; la pugna por el liderato en LaLiga Santander con un Real Madrid que tomó la delantera el sábado ganando 1-2 al Alavés; o la cuenta pendiente ya mencionada del argentino Diego Pablo Simeone. Seguirá abierta.

Una decepción extensible al mexicano Héctor Herrera, titular por tercera vez consecutiva esta temporada, y protagonista de un gran partido en el que demostró que su hueco en las alineaciones rojiblancas, está más que justificado, al igual que el del brasileño Felipe Monteiro, estabilizado en la defensa por las lesiones y la jerarquía demostrada. Venía de secar al portugués Cristiano Ronaldo el martes en la Liga de Campeones, pero se le escapó Messi.

En unos primeros minutos de tanteo, Felipe tuvo que vérselas con Messi primero, y con Suárez después, y en ambas se mostró veloz en la anticipación y contundente en el despeje. A partir de la pericia del central paulista y de la presión adelantada sobre el inicio de juego rival, el Atlético comenzó a construir su juego.

Fruto de esa insistencia, llegaron las ocasiones. Aliado con la fortuna, el central Mario Hermoso vio como un pase desde casi la línea de fondo tocado por Junior Firpo hacia su propia portería se estrellaba en el palo. De nuevo Hermoso tuvo una ocasión clarísima de Hermoso, solo ante Ter Stegen gracias a un magnífico pase del portugués Joao Félix, pero el meta alemán sacó el remate con un pie.

Parte fundamental de esa presión fue el mexicano Héctor Herrera, que logró generarse un chut desde el interior del área que se fue desviado por muy poco.

No obstante, un error de 'HH' en la jugada posterior permitió un robo de Messi, que aprovechó el desmarque en falso de Luis Suárez para dejar solo al croata Ivan Rakitic, cuyo disparo detuvo el portero esloveno del Atlético, Jan Oblak.

La presión adelantada de los locales hacía estragos en la salida de balón del Barcelona y permitía otro disparo, esta vez de Joao Félix que desvió un defensa, pero el conjunto culé también aprovechaba los errores rojiblancos, como un robo de Messi que permitía a Luis Suárez un chut a bote pronto, también fuera.

Un cabezazo de Álvaro Morata, repelido por Ter Stegen en una mano de puros reflejos, fue la última ocasión clara de los locales, pero el último susto lo provocó Piqué para el Barça, con un cabezazo tras un saque de esquina que dio en el larguero.

Morata y Piqué, durante el Atlético de Madrid-Barcelona (Vía LaLiga).

Ya en la segunda mitad, tras unos primeros minutos de tanteo, Herrera lideró el primer contragolpe claro del Atlético, tras una salida en la que dejó por el camino a tres rivales para ceder al espacio a Morata, aunque la jugada fue interceptada cuando el ghanés Thomas Partey hacía el último pase con destino a Joao Félix, y el tiro final de Correa tocó en un rival para irse a córner.

Se trataba, en todo caso, de una excepción en una segunda mitad con dominio barcelonista pero sin amenaza, hasta que Messi obligó a lucirse a Oblak con un zurdazo desde la frontal y a continuación Luis Suárez se plantó ante el meta rojiblanco tras una cabalgada de Sergi Roberto. Minutos después, un contragolpe barcelonista conducido por Messi generó una volea para Griezmann, demasiado alta.

La respuesta rojiblanca, embarullada y ya sin Joao Félix sobre el campo -la sustitución del portugués por Víctor Machín 'Vitolo' generó bastantes pitidos de la grada para Simeone, probablemente queriendo resguardar al luso, que sale de una lesión- incluyó un centro de Correa desde el área que tocó Morata y sacó la defensa barcelonista cuando parecía cantado el tanto atlético.

En el enésimo intento rojiblanco, esta vez mal materializado por un centro del francés Thomas Lemar, apareció la contra definitiva del Barcelona. Una conducción de Messi, que se sirvió de Suárez para combinar en la frontal y soltar un latigazo con la zurda con aroma a sentencia y sonido conocido por Simeone y sus pupilos: el de la pesadilla, que una vez más se ceba con el técnico del Atlético.

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