El inicio del Atlético de Madrid ha generado algunas dudas. El centro del campo no terminaba de encontrar su mejor nivel, los delanteros no marcaban diferencias. Pero uno de los principales problemas estaba también en la defensa. Si por algo se ha caracterizado el Atlético de Simeone es por su solidez defensiva, perdida en estos primeros partidos. Los números hablan por sí solos: Jan Oblak sólo ha mantenido su portería a cero en uno de los seis encuentros.
Oblak, acostumbrado a tener poco trabajo, está siendo más exigido este curso. Sus intervenciones fueron determinantes ante el Valencia o el Rayo Vallecano. Poco pudo hacer en los últimos goles del Eibar o el Mónaco. El esloveno se consagró el pasado curso como el meta menos goleado de LaLiga Santander por tercera temporada consecutiva. Cerró el campeonato doméstico con una media estratosférica de 0,57 goles encajados por partido.
Este temporada los números, en cambio, no son tan positivos: siete goles encajados en seis partidos. La única ocasión en la que dejó su portería a cero fue ante el Rayo Vallecano (1-0), con tres intervenciones de mérito en los últimos minutos. En la Supercopa de Europa encajó dos goles; en LaLiga Santander, entre Valencia, Celta y Eibar le han marcado cuatro. Y en Mónaco volvió a encajar un gol.
El 'clean sheet' es un concepto muy utilizado en el fútbol inglés que se traduce como portería a cero. El curso pasado, Oblak jugó un total de 49 partidos con el Atlético de Madrid en los que sólo encajó 28 goles. Dejó su portería a cero en 29 partidos, lo que supone un 59 por ciento de los encuentros. Sin duda, volvió a ser el rey de los 'cleah sheets', algo de que de momento se le está haciendo de rogar esta temporada. Aunque el curso acaba de empezar.