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Es Noticia

Un malabarista en el alambre

Griezmann, en el duelo ante el Valencia (Foto: ATM).
Juan Ignacio Lechuga

Antoine Griezmann parece empeñado en no subsanar su relación con la afición del Atlético de Madrid. El francés ha protagonizado numerosas polémicas en los últimos meses que pasan desde admitir la posibilidad de marcharse del club hasta encararse con la grada. Demasiadas situaciones que dejan al delantero en una situación comprometida con el aficionado de a pie.

Porque los aficionados no son tontos. Saben que Griezmann está de paso, que algún día se irá y que esa salida cada vez está más próxima. El delantero ya dejó caer en verano que podría marcharse al Manchester United y que había "seis de diez" posibilidad de fichar por los 'red devils', algo que no sentó nada bien.
Posteriormente, el TAS ratificó la sanción de la FIFA y el francés decidió renovar con el club argumentando que no era el momento de irse, ya que el Atlético no podía incorporar un recambio. Fue 'un favor' a medias, pues Griezmann amplió su contrato con una subida importante de sueldo, hasta los 14 millones de euros anuales, pero sin rebajar su cláusula a medio y largo plazo.
Dicho de otra forma, Griezmann sigue teniendo la opción de marcharse por 100 millones de euros el próximo verano, una ganga a tenor de la inflación del mercado. El último acto se produjo el pasado domingo, cuando se encaró con parte de la afición después de que esta le recriminara que se diese la vuelta en un contragolpe a favor del Atlético en los minutos finales ante el Valencia.
Un episodio más de una historia que hasta hace poco más de un año era de amor y que de momento no se ha convertido en odio. Simeone le defiende porque sabe que nadie tiene su calidad en la plantilla. Griezmann es uno de esos 'magos' del balón, pero se ha empeñado en vivir en el alambre con la grada.

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