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Es Noticia

El gran señalado

Griezmann, tras el empate ante el Qarabag (Foto: EFE).
Juan Ignacio Lechuga

El Atlético de Madrid cosechó este martes un pobre empate ante el Qarabag que le deja virtualmente eliminado de la Champions League. Un duelo en el que los colchoneros tiraron de coraje en el tramo final en busca de un segundo gol que jamás llegó y en el que, además, estuvo falto de creatividad y liderazgo ofensivo sobre el campo.

Porque el llamado a ser el líder del juego ofensivo sobre el campo debería ser Antoine Griezmann, pero el francés volvió a 'esconderse' en otro partido determinante para el Atlético. Nunca dio sensación de peligro, no conectó la medular con el ataque, no llegó con claridad al área contraria y no demostró por qué es el jugador mejor pagado del equipo rojiblanco.
Lo cierto es que la afición ya no le tiene tan idolatrado como hace un año. Su amago de irse durante el verano y su 'favor' al conjunto colchonero, con un aumento de sueldo significativo que no ha estado acompañado de una subida de cláusula, ha hecho que la afición le haya vuelto a señalar tras el duro varapalo ante el Qarabag. Por si fuera poco, a Griezmann se le juntan sus peores estadísticas, pues es su peor inicio goleador desde que llegó al Atlético.
Pero aún hay más. Y es que Griezmann vivió otros dos episodios negativos en relación a la afición y a su equipo. El primero se dio en la primera mitad, cuando el marcador ya estaba 0-1 a favor del Qarabag y Gameiro falló un control dentro del área. Tal y como recoge una cámara de Jugones, el francés se giró hacia la grada para recriminarle los pitos a su compatriota.

Poco después de esa acción, el colegiado decretó el final de la primera mitad y los jugadores se fueron a vestuarios. En la reanudación, un grupo de futbolistas colchoneros se congregó en la bocana segundos antes de saltar de forma definitiva al césped. Gabi llamó al grupo para hacer piña y dar unas últimas consignas en una conversación en la que faltaban dos personas. Una de ellas era Oblak, que había saltado antes al campo, como suele ser habitual en los porteros. La otra era Griezmann, que fue el último en salir del vestuario local y no estuvo presente en la arenga de Gabi a los suyos, tal y como recogen las cámaras de Gol.

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