Antoine Griezmann se reencontraba con Martínez Munuera y el francés tuvo quejas desde el primer minuto ante el colegiado. El colegiado, que ya le había expulsado en la primera jornada de Liga por protestar un penalti ante el Girona, fue objeto de las críticas de la afición del Atlético de Madrid en la primera mitad del duelo ante el Sevilla.
Y es que apenas corría un minuto de partido cuando Griezmann, en la esquina del área, sacó un taconazo hacia el centro que tocó en el brazo de Franco Vázquez. El francés protestó al colegiado la acción al igual que los miles de espectadores que estaban más cerca de la jugada, pero Martínez Munuera solo señaló córner.
No fue la única acción protestada en una primera mitad en la que la afición y los jugadores colchoneros reclamaron una tarjeta amarilla sobre Lenglet, que cometió hasta cinco faltas sin ver la cartulina en el primer tiempo.