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Una vuelta a San Mamés huérfana de Jesús 'El Txapelas'

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Ahora que cierta parte de la masa social ha logrado volver a ver un partido in situ en San Mamés, nos llega este jueves, día 26 de agosto, el primer aniversario del fallecimiento de un auténtico icono de la grada zurigorri al que ya se pudo echar de menos ante el FC Barcelona. Hace justo un año, en plena pandemia mundial, falleció Jesús ‘El Txapelas’.

El triste desenlace de su enfermedad trajo multitud de condolencias en la familia rojiblanca. Él y su txapela llena de pines eran ya toda una imagen corporativa del Sentimiento Athletic y de la propia Catedral y sus aledaños donde solía recibir a los futbolistas. Desde el Athletic hasta Iker Muniain a Iñaki Williams, o jugadores de leyenda, como Julen Guerrero, mostraron entonces sus sentimientos tras el triste acontecimiento.

Hasta el presidente, Aitor Elizegi, quiso dejar por escrito un emotivo texto personal (en su blog) de despedida para Jesús...

El texto del mandatario rojiblanco decía así:

A las cinco de la tarde

2020 era un número redondo, de copa y rasga, de San Mamés iluminado, de txalaparta, bufandas de gazte abono, a rebosar sur alta y norte baja, de homenajes sinceros.

En uno de los primeros partidos del año, adivinábamos de los últimos para él, le prepararon una “ encerrona” sus amigos, Ramón, Julian, Ritxi,… ( tenía tantos, tenía todos), de cómplice su hija Iratxe, Pili, compañera eterna, se había ido unos meses antes, ya no le pudo acompañar.

Foto al medio, de corbata y chaqueta, cruzada en marino, la txapela enorme, en la mano, terminó sobre la testa, donde todos la recordamos, donde él quería verla.

A Jesús Arrizabalaga Madariaga le brillaban los recuerdos al lado de Txopo, Argoitia y Goiko, como a los bordes metálicos de cada pin que bordados a la lana roja de su txapela guardaban instantáneas de Belmonte, de Koldo Aguirre, de Luis Fernández, de peña en peña, de finales ganadas, de puño en alto, garrote, bufandas rojiblancas de lana, carretera y manta, “cagüen diez“, nos dijo que eran los focos los culpables de la humedad de los ojos.

Pero el maldito año quiere ser de despedidas, de puerta cerrada, de afición solitaria, de corazones confinados, un año para olvidar, que deja demasiadas localidades vacías en el metro, en el tranvía, en la calle Pozas, en las tribunas de la Catedral, flores de capitán, para Pichichi y para el asiento sin Txetxu.

Cada vez hay menos fútbol los domingos a las cinco de la tarde, no corren buenos tiempos para ser diferentes, para el aficionado veterano, partidos de misa y sobremesa, manos con grietas amarillentas, petaca y día libre, cada vez hay menos Txapelas en las gradas.

San Mamés nos debe para siempre un atardecer, empieza a sonar hueco el golpeo del balón.

Jesús ya tiene localidad en una nube de principal baja, detrás de un banquillo de hormigón, aroma a cal y hierba recién cortada, mister de la afición.

Le prometí una entrada para la final, todavía era Enero, pero en Bilbao el cielo ya amanecía algunos días azul gabarra, no estaremos todos, goian bego.

Bonita panorámica aérea de Bilbao y del campo del Athletic, San Mamés.

Pocos días después, en septiembre, el Athletic Club tuvo un bonito detalle al recordar, antes del partido de LaLiga Santander disputado ante el Cádiz CF, a sus socios fallecidos durante aquellos meses sin jugar en casa.

Aparte del vicepresidente Carmelo Canales hubo un gesto especial para con Jesús Arrizabalaga, conocido popularmente en el mundillo forofogoitia como Jesús 'el de la Txapela'. Un personaje emblemático de San Mamés muy querido y reconocido por todos los athleticzales en el mundo entero.

Él con los tres miembros de la peña 'Artaburuak', junto a los que se sentaba a menudo, era un genuino icono zurigorri. Porque nadie duda de que este vizcaíno era uno de los aficionados más famosos de toda La Catedral.

Dejaba por tanto un gran vacío, Jesús, natural de Usansolo, que había fallecido a los 89 años de edad. Un hombre que supo salir a flote en la vida tras perderlo prácticamente todo en las terribles inundaciones de agosto de 1983 en Bizkaia.

La última vez que pisó San Mamés Jesús Arrizabalaga, 'El de la Txapela', en el mes de enero.

Ya no hay arco en la nueva Catedral, está colocado en Lezama, pero sí estará para siempre allí Jesús Arrizabalaga transmitiendo su ardor a los leones.

Jesús 'el de la Txapela' y Potxolo Irulegi juntos animando al Athletic Club en la grada de San Mamés.

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