Unai Simón sabe que le están esperando con el mazo

El cancerbero del Athletic Club Unai Simón debutó con éxito como portero titular de la selección española en una Eurocopa, la de 2020 que por la pandemia se celebra en el verano de 2021. El de Murgia dejaba la portería a cero en un encuentro en el que los mayores problemas se los dio el delantero de la Real Sociedad Alexander Isak. El punta sueco creó junto a Berg las dos únicas ocasiones de gol de los escandinavos, que visto los análisis que se han realizado por parte de cierta prensa denota que el meta rojiblanco sabe que están esperando la menor oportunidad para criticarle.

En la primera jugada, en la que la pelota llegó a dar en el poste, algunos criticaron que el portero había hecho una "salida a medias". Cosa que no fue verdad. Estuvo en su sitio y fue tan solo la habilidad del delantero realista la que generó la ocasión.

Una ocasión en la que se dijo además que "Simón estaba ya batido", cuando la repetición de la jugada desde otro ángulo de cámara demostró que su remate iba fuera y que fue Marcos Llorente, que se había colocado casi bajo palos, quien golpeó la pelota para que esta diera en el poste y finalmente el esférico acabará en las manos de Unai Simón.

Ya se ve la diferencia de trato: si el balón daba en el poste de Iker Casillas es que el portero merengue "tenía ángel", si da en la de Simón es que le ha salvado la virgen

Unai Simón, en la estela de los grandes guardametas del Athletic

Pese a la interesada lectura de situación que hicieron determinados comentaristas de su actuación, el portero alavés ha jugado ya a sus primeros 90 minutos en una Eurocopa, siguiendo la estela en el Athletic de mitos del tamaño de Carmelo Cedrún o de Jose Angel Iribar.

Tanto él como Aymeric Laporte eran trending topic en Twitter, así que ya saben que vana ser mirados con lupa y con menos cariño que otros futbolistas. Sobre todo los que no han sido convocados. Por cierto, el galo de Agen estuvo imperial y despertó incluso algunos aplausos de la grada de La Cartuja con sus intervenciones, como en una dejada con el pecho a un compañero.