25 años del prólogo del delirio ante el Newcastle

En la larga y centenaria historia del Athletic Club hay partidos que han dejado una huella perenne. La competición europea ha sido escenario de varios de ellos, sin ir más lejos, la noche magnifica vivida el Old Trafford ante el Manchester United el 8 de marzo de 2012 en los octavos de final de la UEFA Europa League. Dieciocho años antes, en 1994, el conjunto rojiblanco había protagonizado una exhibición, si no parecida, si memorable ante otro equipo inglés, el Newcastle, en St. Jame's Park. Hoy, 18 de octubre, se cumplen 25 años de aquel partido, que fue el prólogo del delirio que se viviría el 1 de noviembre en San Mamés.

El Athletic Club se midió hace un cuatro de siglo al equipo de las ‘urracas’ dirigido entonces por Kevin Keegan, líder de la Premier League, en la ida de dieciseisavos de final de la UEFA. El partido se puso pronto cuesta arriba para los leones dirigidos por Javier Irureta. 

Fox adelantó al Newcastle en el minuto 11 ante una defensa rojiblanca desconcertada y pendiente de Cole, a quien a la media hora derribaría Oskar Tabuenka dentro del área, permitiendo al conjunto inglés aumentar su ventaja con un penalti lanzado por Beardsley.

En la segunda mitad, Fox colocó el balón en la cabeza de Cole que batía a Juanjo Valencia pese a su estirada. La goleada en contra acechaba al Athletic Club.

La ofensiva llegó al final cuando nadie, ni siquiera el Newcastle, lo esperaba. Cuco Ziganda restablecía la esperanza en el 72' superando a Srnicek, después de que Gontzal Suances aprovechara un resbalón para engañar a la defensa rival. El delantero getxotarra se sacó otro gol de la chistera en el minuto 80 cabeceando un servicio de Ritxi Mendiguren que llevó a los de Kevin Keegan al más absoluto desconcierto

El 3-2 dejaba todo abierto para San Mamés, donde dos semanas después se hizo realidad la mágica voltereta. Un solitario gol de Ziganda a los 67 minutos hizo posible la eliminación del Newcastle, colocando al Athletic en los octavos de final de la UEFA y llevando al éxtasis a la afición rojiblanca.