El reto de Eduardo Berizzo en el Athletic Club

Eduardo Berizzo, nuevo técnico del Athletic Club de Bilbao para la próxima temporada, llega a Bilbao con el reto de recuperar en la capital vizcaína el espíritu de su compatriota Marcelo Bielsa, su maestro y a quien idolatra la afición rojiblanca.

'A lo loco, a lo loco, a lo loco se vive mejor' era lo que cantaban los seguidores rojiblancos en Madrid cuando su equipo perdía ante el Barcelona la segunda de las finales en las que cayó en la temporada 2011-2012, el primero de los dos cursos de "El loco' Bielsa en la capital vizcaína.
Era la clara demostración de lo que había calado en ellos el fútbol intenso, combinativo y valiente del técnico de Rosario, que el Athletic espera recuperar ahora con uno de sus alumnos más aventajados tras la decepcionante temporada con José Ángel Ziganda en el banquillo.
Berizzo (Cruz Alta, provincia de Córdoba, 13 de noviembre de 1969) acometerá en el Athletic su tercer proyecto en LaLiga Santander, el primero exitoso y con recorrido con el Celta y el segundo mucho más breve y con luces y son sombras en el Sevilla.
En el Celta estuvo tres años que se recuerdan con cariño en Vigo, especialmente la Liga Europa de su último curso, el de 2016-2017, en la que el equipo gallego soñó hasta con poder ganarla. En Sevilla, entre un cáncer de próstata que le apareció pronto y las grandes expectativas no colmadas del conjunto de Nervión, su etapa no duró ni media temporada.
Al fútbol español, Berizzo había llegado de Chile, donde entre 2007 y 2010 se había formado como ayudante de campo de Bielsa en la selección nacional y posteriormente, ya como primer entrenador, dio al O'Higgins un Torneo Apertura en 2013 y una Supercopa en 2014 durante una etapa de dos años y medio.
Entre la primera y la segunda experiencia chilena como técnico, un paso intermedio por su país en el Estudiantes de la Plata que pronto interrumpieron los malos resultados.
Aunque, independiente a lo que diga su palmarés y trayectoria, lo que se quiere en Bilbao es que vuelva a San Mamés exhibía su Celta y que recordaba al de Bielsa.
En aquel fútbol 'a lo loco', Ander Iturraspe era la pieza clave de contención y en el inicio del juego en medio campo, y Oscar de Marcos, Markel Susaeta e Iker Muniain los encargados del abordaje continuo al área rival surtidos por Ander Herrera y para alimentar a Fernando Llorente.
Llorente y Herrera se marcharon poco después, como también Javi Martínez y Fernando Amorebieta, e Iturraspe De Marcos, Susaeta y Muniain son los que quedan de un equipo en el que el devenir del fútbol ha cambiado también todo el bloque defensivo.
Con ellos deberá Berizzo empezar a reconstruir un equipo competitivo tras una última temporada en la que la plantilla rojiblanca se dejó casi todo el crédito ganado en cerca de una década casi siempre en Europa.
Aunque también tiene el 'Toto' otros mimbres estimables, como los porteros Kepa Arrizabalaga y Iago Herrerín, los centrales Iñigo Martínez, Yeray Álvarez y Unai Núñez, y el delantero Iñaki Williams. Todos jugadores de presente y a los que se augura un mejor futuro.
Como también se espera aportación de los nuevos Ander Capa y el rumano-vizcaíno Cristian Ganea, ambos de la generación del 92, la de Muniain e Iñigo Martínez. Raúl García, a la espera de lo que pueda dar de sí un Aritz Aduriz todavía gran goleador pero camino de los 38 años, puede ser el contrapunto de experiencia en una plantilla joven y en la que el debate se cierne sobre los centrocampistas y los laterales tras la mala temporada de casi todos ellos.
Iñigo Lekue y Mikel San José aparecen en casi todos los peores recuerdos del curso, a De Marcos, Mikel Balenziaga y Mikel Rico les asolaron las lesiones, Iturraspe, Beñat Etxebarria y Mikel Vesga terminaron casi inéditos a pesar de jugar un montón de partidos, y a Enric Saborit no se le renovó el contrato.
De que cambie el rumbo de la mayoría de ellos y aprovechar a los jugadores que no han estado tan mal como el equipo dependerá el éxito o el futuro de la nueva etapa Berizzo. De la que se espera el regreso del espíritu Bielsa. Que en Bilbao son palabras mayores.