Aduriz, el último héroe

Que la importancia de Aritz Aduriz es capital para el Athletic Club, no es un secreto. Sus goles llevan siendo, desde su regreso a Bilbao en 2013, la mayor fuente de puntos para el conjunto rojiblanco. Tanto es así, que hasta puede presumir de haber sido el jugador que dio al conjunto rojiblanco su último triunfo ante el Real Madrid, que arriba este sábado a San Mamés, en la 87ª edición de este 'clásico' liguero en Bilbao.

Aquel 7 de marzo de 2015, llegaba el Real Madrid a la Catedral como líder, pero con la obligación de ganar para no llegar al Camp Nou por detrás del FC Barcelona. Los blancos chocaron con el exultante estado de ánimo de los leones, que tres días antes se habían clasificado para jugar la final de Copa que les iba a enfrentar, precisamente, al conjunto blaugrana.
El efervescente momento que vivía el equipo de Ernesto Valverde quedó de manifiesto, jugando cada minuto como si fuera el último, exprimiéndose hasta la extenuación. Ante una pléyade de jugadores -Cristiano Ronaldo, Bale, Kroos y Benzema- Aritz Aduriz, que por entonces ya había cumplido los 34, marcó la diferencia, con un gol impresionante a los 26 minutos de juego.

Un testarazo inapelable -made in Aduriz- precedido por un desmarque de libro. Entró en el área, se llevó al defensa y lo dejó clavado cuando giró, salió para regresar por el lado que defendía Pepe, que no pudo contener la llegada del donostiarra. Mikel Rico observó la maniobra y le colocó un centro  de rosca perfecto para que Aduriz rematara con todo y por toda la escuadra, sin que Iker Casillas pudiera hacer nada para evitarlo. Aquel cabezazo le acabaría costando al Real Madrid LaLiga Santander. El donostiarra tuvo también el segundo en el minuto 75 pero el poste le negó el tanto.
No ha sido el Real Madrid uno de los equipos fetiche de Aduriz. De hecho, aquel gol fue el segundo de los tres que le ha marcado al conjunto blanco. Uno con el Mallorca y dos con la camiseta rojiblanca. El último, la pasada temporada, también en San Mamés, no pudo evitar la derrota por 1-2.