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Cuando Cuco le aguó la tarde a Maradona

El Desmarque

Diez días antes de que Athletic Club y el Sevilla se enfrente en Liga en San Mamés, una efemérides adorna este miércoles los enfrentamientos entre bilbaínos y sevillistas. Un 4 de octubre de 1992, San Mamés volvía a recibir a Diego Armando Maradona en su debut con la camiseta del club de Nervión, a las órdenes del Carlos Bilardo. Las casualidades de la vida quisieron que el astro argentino volviera a la Liga española ante el que había sido su último rival cuando jugaba en el FC Barcelona y en el mismo estadio donde casi una década antes había sufrido la peor lesión de su carrera, en aquella recordada entrada de Andoni Goikoetxea.

San Mamés le recordó a Maradona que se encontraba en terreno hostil desde el minuto uno. En una de esas tardes de lluvia torrencial, el nombre de 'Goiko' estuvo en boca de la afición rojiblanca desde que el 'Pelusa', con 32 años y medio y notable sobrepeso, pisó el pesado césped de la 'Catedral',  y hasta que lo tuvo que abandonarlo en el minuto 71 tras una entrada con la planta por delante de otro Andoni, Lakabeg.
"Fue entonces cuando sentí un cañazo en el tobillo derecho. ¡Terrible! Escuché el silencio del estadio, de verdad, y enseguida el grito: ¡Goikó, Goikó, Goikó! ¡No lo podía creer! Me revolví de dolor, sobre el pasto húmedo, y apenas pude me levanté. Me levanté como para decirles a todos: `Aquí estoy, de pie, estoy vivo, no me mataron. Lo intentaron otra vez, pero no pudieron'. Después, cuando vi la jugada por televisión, me di cuenta de lo cerca que estuvo Lakabeg de convertirse en ídolo del Athletic: me había entrado igual, igual, igual, que Goiko casi una década antes. Pero esta vez me salvé, tal vez porque lo vi venir», recordaría con el clásico tono dramático argentino.
Antes de tener que irse al vestuario, Maradona, aunque lejos de lo que fue, había tenido tiempo para dejar parte de su magia sobre el campo. Colocó una falta en la frontal donde llegan los porteros y consiguió que Juanjo Valencia sólo pudiese rechazarla y que el jugador del Sevilla Marcos anotara a placer. "Le pegué por encima de la barrera, el arquerito no la pudo retener, apretó Marcos y fue gol. ¡Algo había hecho en mi primer partido!", rememoraba en su libro autobiográfico.
De poco le sirvió al Sevilla. Con Maradona ya sustituido, el Athletic Club logró remontar el partido en el tramo final. Un gol de Luke puso el empate en el 79 y al filo del tiempo reglamentario, el tanto del Cuco Ziganda permitía que los tres puntos se quedara en San Mamés. El Athletic conseguía emborronar el debut de Maradona y aguarle la fiesta al Sevilla de Suker,  Simeone y Unzue, que hasta entonces no había perdido lejos del Pizjuán.

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