El Athletic ya lo hizo, y aún más difícil

La prensa, siempre dada al análisis estadístico, llevamos varios meses recordando el penar del Athletic Club cuando juega lejos del abrigo de San Mamés. En casa el equipo de Ernesto Valverde está intratable, no pierde desde agosto (ante el Barça) y ha sumado 33 de sus 41 puntos actuales en Bilbao, con más o menos gente en las gradas, con más o menos ruido, pero es de los más poderosos en su guarida.

Casa-Fuera. Bien-Mal. Una dicotomía que dificulta la tarea de regresar a Europa en la que podría ser última campaña del Txingurri, pero que no la impide. De hecho la propia historia del Club de Ibaigane nos recuerda que en la temporada 1975-76 la plantilla rojiblanca, entonces dirigida por el hoy desgraciadamente difunto Rafa Iriondo, fue capaz de acabar quinta (a tan solo un punto del Espanyol, cuarto) y de entrar en competición europea... ¡sin ganar un partido a domicilio en toda la liga!  Es un dato bonito. En la temporada previa a llegar a la final de la UEFA ante la Juve dirigidos por Kodo Agirre, los Iribar, Villar, Dani, Rojo, Goiko, Irureta, Amorrortu, Astrain, Madariaga o Pedro Mari Zabalza, lograron coronar con éxito el curso sin ganar un partido fuera de casa: cosechaba 8 empates y 9 derrotas. Eso sí, como es lógico y ocurre hoy día, en San Mamés no le tosían a los leones: acabó imbatido en el Botxo (14 victorias, tres empates, cero derrotas) dejando 11 veces la puerta a cero.