Cuando Valverde concedía la alternativa a Ager Aketxe ante el Shakhtar se intuía que el sacrificado iba a ser de nuevo Beñat Etxebarria, por sexta vez entre Liga y Champions. El de Igorre se había partido el pecho, pero le cuesta jugar de espaldas y le reclama algo más de velocidad de acción entre líneas. Unai López ha ofrecido pinceladas de calidad pero hay que dosificarle, Muniain se suele meter hacia dentro a una posición, la de mediapunta, muy exigente, en la que se debe ligar rapidez, último paso y presión constante en la salida de balón del contrario. El último en aparecer ha sido el zurdo de Romo Ager Aketxe, al cual ha ponderado Valverde en las últimas semanas, aunque desgraciadamente debe pasar por talleres por culpa de un dedo del pie derecho. A Erik Morán le ve más de sustituto de Iturraspe y a Rico de escudero del volante de Abadiño, por lo que el puzle sigue sin ensamblarse. Bien es cierto que el curso pasado también realizó probaturas antes de acertar de pleno con el trío de la zona ancha, llegando incluso Iturraspe a quedarse descabalgado y Rico pasar a la reserva. Hay terreno donde expresarse y materia prima que moldear. Valverde medita su decisión.