Julen Goñi recala en el Tudelano y Sendoa sigue en Cuenca
Julen Goñi, extremo derecho, de 23 años, estuvo dos temporadas alejado del fútbol empujado por un asunto extradeportivo, desde que en la temporada 2010-11 fuese cedido desde el Athletic en el Barakaldo. Disputó 18 partidos, con unas actuaciones intermitentes. Desde entonces ha vivido al margen del fútbol hasta que hace un año empezara a entrenar con el equipo de Tercera de la Txantrea. En su barrio, arropado por su gente, ha destacado este curso hasta dar este salto a Segunda B de la mano de Manix Mandiola. El pequeño de los Goñi, hermano de Adrien, ahora en el CD Logroñés, por segunda campaña consecutiva, y primo de Iker Muniain, formaba el grupo que se desplazaba en juveniles a Lezama junto también a Iñigo Pérez, Mikel San José, Anaitz Arbilla o Joseba Alkuaz. Julen, rápido, eléctrico, pegado a la banda, descolló en el Bilbao Athletic y Caparrós, técnico entonces del primer equipo, le reclutó para foguearse en varios partidos amistosos y entrenarse asiduamente con su plantilla. Pero un error desdibujó su carrera, que ahora retoma. Julen vuelve con brío a una categoría más acorde a sus cualidades y con terreno todavía donde expresarse. Para muestra, un botón: el Tudelano empató 1-1 en la Ciudad Deportiva del Real Zaragoza ante el filial maño en el primer partido de pretemporada, con gol de Julen Goñi.
Por su parte, Sendoa Zurro, hijo del técnico Miguel Zurro, ha barajado varias propuestas de Segunda B y Tercera, pero finalmente ha alzanzado un acuerdo con el Conquense, que otro año más competirá con los equipos vascos de la categoría. El curso pasado fur titular habitual para su entrenador Jordi Fabregat.