De todas formas, aparte de la censura general que se ha realizado en Bizkaia, al desafortunado comportamiento de un individuo que orinaba sobre el busto de Alberto Ormaetxea, el propio presidente txuriurdin reconoce en 'El Larguero' que "fue un comportamiento aislado porque en general el comportamiento fue bueno, pero fue una situación que sobra y es rechazable".
Por ello no oculta que "es algo que nos cabreó, no lo esperábamos y no nos ha gustado nada. Nos hubiese gustado que hubiesen llamado para pedir disculpas, pero fueron solo determinadas personas". Así admitía en la entrevista que "no he habaldo con Urrutia".
Lo cierto es que mostrada su queja está lejos de querer iniciar guerras en el fútbol vasco. "En un futuro se va a dar la oportunidad de ceder los campos, lo que me gustaría es que si vamos a Bilbao y Pamplona nos lo
dejen. Son circunstancias que se han dado y se darán, como la Real ha jugado en San Mamés. Al final estamos todos para ayudarnos", manifestaba.