Bielsa, según informa Deia, basa su decisión en cuestiones que afectan al trabajo diario en Lezama. Durante las citadas reuniones, el Athletic le ha trasladado las posibles soluciones a aquellos problemas planteados por el técnico, quien a su vez deseaba corregir los aspectos organizativos, tanto en relación al personal como a las infraestructuras, que habría ido anotando a lo largo de la temporada.
Esta dinámica de subsanar carencias, según el personal criterio de Bielsa, arrancó prácticamente desde su llegada a Bilbao hace ahora once meses. A medida que el entrenador fue tomando contacto con la realidad, empezaron a aflorar diversas cuestiones que no eran de su agrado. Algunas se han podido ir corrigiendo sobre la marcha, pero no todas. Seguir avanzando en esa línea de mejora en las condiciones de trabajo era premisa ineludible para poder abordar la posible renovación del vínculo.
Esta parte de la negociación ya se ha tramitado, al igual que la relativa al contenido del nuevo contrato, que no presentaría aristas insalvables, y el signo de la respuesta de Bielsa, que de momento solo él conoce, estará en función del grado de satisfacción obtenido en el curso de esas reuniones. De momento, sigue trabajando en Lezama con el resto del cuerpo técnico, con el ánimo de cumplir con su cometido hasta el 30 de junio, fin de su actual contrato. Una actitud que adoptaría de igual modo en caso de haber decidido prolongar su vinculación o rescindirla. La pelota está en su tejado.