Aunque muchos comercios llevan una semana con los descuentos del Black Friday, el verdadero Viernes Negro es hoy. Una fecha que los españoles han añadido a su calendario desde hace algo más de una década y que marca el inicio de las compras navideñas.
Al igual que ocurre en la temporada de 'rebajas', durante el Black Friday la necesidad impulsiva de comprar algo se potencia y esto tiene una explicación psicológica. El FOMO -entendido como tener miedo a perder la oportunidad-, el sesgo de escasez y urgencia, la recompensa emocional y la ilusión de ahorro son algunos de los motivos que están detrás de este fenómeno.
Además, el Viernes Negro cuenta con el matiz de que solo ocurre una vez al año. "Es un contexto diseñado para maximizar la urgencia, la escasez y la recompensa inmediata, tres factores que potencian el consumo impulsivo", detalla la neuropsicóloga clínica, Alba García a ElDesmarque.
Aunque todo el mundo puede experimentar esta sensación, los estudios indican que las personas con ansiedad, estrés o baja regulación emocional, baja autoestima o necesidad de aprobación social, impulsividad elevada y jóvenes y usuarios intensivos de redes sociales son los grupos más vulnerables.
Para gestionar este comportamiento y que la impulsividad no se apodere de nosotros, la profesional apunta que "es clave combinar habilidades de autocontrol con estrategias cognitivas" y enumera una serie de consejos: