En España, celebrar Halloween cada vez es más habitual, especialmente entre los más pequeños, adolescentes y jóvenes. Cada año, los disfraces son más elaborados y terroríficos por lo que la sangre falsa no suele fallar.
Ante este auge, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que usar sangre falsa no es un juego, pues, con solo mirar los ingredientes, uno se da cuenta de que si no se utiliza con precaución puede tener consecuencias.
En primer lugar, este tipo de cosmético, que se vende en cualquier bazar, tienda de disfraces o página de internet, "tiene que cumplir unos requisitos para que su uso sea seguro".
Además, por su formulación no es un producto para niños. De hecho, algunos indican expresamente en su etiquetado que "no se deben usar en menores de 14 y algunos directamente señalan que son solo para adultos".
Uno de los riesgos reales de utilizar sangre falsa en Halloween, especialmente cerca de la boca u otras mucosas, es el hecho de que "contienen ingredientes que pueden resultar tóxicos si se ingieren" y "aparecen en el listado de ingredientes con las letras CI y un número".
Asimismo, "llevan conservantes para prevenir el crecimiento microbiano"; algunos de ellos muy cuestionados por su seguridad -parabenos o liberadores de formaldehído- o por ser disruptores endocrinos -BHT-.
Por ello, es importante comprobar su composición y probar unas horas antes en una zona pequeña del cuerpo, para comprobar si produce picor o irritación (y no usarlo) y evitar así reacciones alérgicas importantes.
Si aún así, no concibes la idea de no usar sangre falsa en la noche de Halloween, la OCU enumera una serie de recomendaciones para hacerlo con seguridad:
En caso de que la sangre falsa te cause reacción o prefieras no utilizar este tipo de cosmético, la OCU propone una alternativa casera a base de agua, harina de maíz y colorante alimenticio rojo. Como apunte, para que el color sea más realista, "mezcla el colorante alimenticio rojo con un poco de colorante azul o marrón".