El síndrome de piernas inquietas afecta a alrededor de un 5-10% de la población de entre 18 y 65 años, porcentaje que se acentúa aún más en las personas mayores, entre el 15 y el 20%, contextualiza la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas.
Con motivo del Día Mundial del Síndrome de Piernas Inquietas, que se celebra cada 23 de septiembre, la Dra. Lura Lillo, miembro del Grupo de Trabajo de Trastornos del Movimiento y de la conducta durante el sueño de la Sociedad Española del Sueño, profundiza en dicho trastorno.
Se trata de "una enfermedad neurológica crónica con síntomas sensitivos y motores que ocasiona una necesidad imperiosa de mover las piernas. Aparece durante el reposo, sobre todo a últimas horas de la tarde y noche", explica la profesional en la cuenta de X de la sociedad.
Esto provoca que las personas que lo sufren "tengan mucha dificultad para dormir, tanto para iniciar el sueño como para mantenerlo, por lo que tienen que levantarse y caminar", una cuestión "incompatible con dormir".
El sueño no es lo único que se ve afectado con el síndrome de piernas inquietas, pues "también afecta a actividades sociales que se hacen a última hora del día como cenar fuera de casa, acudir al cine, al teatro o realizar viajes largos".
De acuerdo a lo establecido por la Sociedad Española del Sueño, junto con la Sociedad Española de Neurología, los criterios diagnósticos de dicho síndrome son cuatro:
Además de estos, existen otros criterios que no tiene por qué cumplirse necesariamente, pero que si aparecen, la certeza del diagnóstico aumenta:
Hoy se celebra el Día Mundial del Sindrome de Piernas Inquietas, un trastorno del sueño que tiene un impacto muy importante sobre la calidad de vida de las personas afectadas. Lo cuenta en este vídeo nuestra compañera la doctora Laura Lillo. pic.twitter.com/iOCtcDHmCM
— SES (@Sociedad_SES) September 23, 2025