El los últimos años, el consumo de melatonina en los más pequeños se ha multiplicado por tres, una cuestión que tiene en alerta a los profesionales sanitarios, especialmente porque se vende sin receta como si fuera un suplemento alimenticio.
"La melatonina es un tema que me preocupa mucho", apunta Gonzalo Pin Arboledas, pediatra coordinador del grupo de sueño y cronobiología de la Asociación Española de Pediatría. "La melatonina no es buena ni mala, pero es necesario conocer cómo, cuándo y para qué usarla, y durante cuánto tiempo", evidencia el mismo en su cuenta de Instagram.
Se trata de "una neurohormona que produce nuestro organismo para regular, entre otras cosas, nuestros relojes biológicos y de esa manera establecer el ritmo vigilia-sueño", define el pediatra experto en sueño.
Al consumirla de forma exógena, "nos puede ayudar a mejorar, entre otras cosas, el ritmo vigilia-sueño, porque ayuda a poner en hora los relojes de nuestro organismo", continúa explicando.
Sin embargo, esta no es la única función de la melatonina, pues también actúa sobre el sistema inmunológico -"produce y controla nuestras defensas frente a las infecciones"-, cardiovascular -sobre la presión arterial- y endocrino -sobre todo en la regulación de la glucosa y la insulina-.
En otras palabras, "cuando suministramos melatonina a un niño o a una niña, le administramos a todo su organismo en desarrollo" y no solo a su ritmo vigilia-sueño.
El hecho de que la melatonina actúe sobre todo el organismo, no quiere decir que los niños no deban usarla, sino que este consumo debe hacerse de forma consciente y bajo la supervisión de un profesional.
Hasta el momento, no se tiene evidencia científica de los efectos a medio y largo plazo del uso de esta neurohormona en niños y niñas en desarrollo "por lo que la prudencia debería ser el elemento básico en su uso, usarla con cuidado y con sentido". Por ello, las recomendaciones de los expertos son las siguientes:
Por último, cabe destacar que estas recomendaciones van dirigidas a aquellos niños y niñas que no tienen patologías, pues su uso en menores con neurodesarrollo -como TEA, hiperactividad u otro problema neurológico o del desarrollo- "es totalmente diferente".