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Un nuevo fármaco para las vasculitis con menos secuelas: "También buscamos calidad de vida"

Hospital de Día Reumatología de La Paz (Hospital Universitario La Paz)

Expertos en Reumatología, Nefrología y Medicina Interna han presentado avacopán, un nuevo tratamiento oral para los pacientes con vasculitis asociada a ANCA con muchos menos efectos secundarios que la terapia actual, responsable de un 60% de la mortalidad por esta enfermedad sistémica.

Esta es una enfermedad autoinmune, poco común, de causa desconocida que afecta a los vasos sanguíneos de tamaño pequeño y mediano y que puede provocar fallos en algunos órganos causando la muerte del paciente. La incidencia es de 15-20 por millón de habitantes y aumenta con la edad, especialmente en varones.

"Si algo le caracteriza es la seguridad frente al resto de fármacos", ha destacado Ricardo Blanco, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander).

En la práctica, lo que hace avacopan, sufragado por el Sistema Nacional de Salud con indicaciones que hacen que el número de beneficiarios sea por ahora restringido, es reducir o eliminar por completo los niveles de corticoides necesarios para tratar a estos pacientes, con lo que se reducen sus efectos secundarios.

El tratamiento actual genera multitud de efectos secundarios

La vasculitis asociada a ANCA provoca inflamación y destrucción de los vasos sanguíneos pequeños, un proceso que culmina con lesiones y fallos sobre todo en los riñones y los pulmones. Esto desemboca en una glomerulonefritis que requiere diálisis o en una hemorragia alveolar.

Por ahora, esta enfermedad se trataba con ciclos muy largos de inmunosupresores -sobre todo la ciclofosfamida- con corticoides, una combinación que genera multitud de efectos adversos, ha detallado Enrique Morales, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid.

Casi el 60 % de la mortalidad de estos pacientes, de hecho, está relacionada con ese tratamiento.

"Lo que buscamos no es solo la supervivencia, que también, pero también calidad de vida, con menos secuelas y efectos secundarios", ha resaltado Roser Solans, coordinadora de Atención Ambulatoria en el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Vall d'Hebron (Barcelona).

En los años 90, ha proseguido la experta, las muertes asociadas a la vasculitis rondaban el 90%, ahora es de entre un 20% y un 30%. "Vamos a un tratamiento más especifico para que los pacientes sobrevivan pero con una calidad de vida mejor", ha concluido.

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