El Fiat que es, para muchos, el más feo de la marca

El Fiat Tipo sigue en el catálogo, pero lo hace rodeado de polémica estética. Para muchos, es el modelo menos agraciado de la marca. Un sedán que se mantiene a la venta casi en solitario, sin variantes compactas ni familiares. Solo una carrocería. Solo una propuesta. Y un diseño que no convence a todos.

Fiat lo comercializa exclusivamente en versión Sedán, una apuesta que lo aleja de las tendencias actuales. Sus proporciones, 4.532 mm de largo y 1.792 mm de ancho, le dan presencia, pero el diseño sigue sin enamorar. Recto. Simple. Muy básico. Para muchos, demasiado básico. Eso sí: el maletero es enorme, con 520 litros, su mejor baza frente a rivales más modernos.

Algunos lo consideran obsoleto, otros una compra inteligente

Su precio intenta compensar la falta de encanto visual. Desde 16.663 euros al contado o 15.695 financiados. Una opción económica. El plan financiero incluye una entrada de 4.179,43 euros, cuotas de 149 euros durante 23 meses y una última cuota de 10.592,69 euros. Un esfuerzo por hacerlo atractivo, aunque no lo sea en diseño.

Bajo el capó, la cosa mejora. El Tipo monta un motor 1.6 Multijet de 130 CV y 320 Nm de par. Un diésel clásico, eficiente y con empuje. Acelera de 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y alcanza 208 km/h. Buen rendimiento para un sedán asequible. El cambio es manual de seis velocidades. Sin complicaciones. Sin florituras.

Equipamiento básico,, pero correcto y eficaz

El equipamiento del acabado Tipo es razonable. Cuenta con múltiples airbags, llantas de acero de 15 pulgadas, luces LED diurnas, retrovisores eléctricos y calefactables y una pantalla multimedia de 5 pulgadas. Conexión USB, Bluetooth, radio digital y aire acondicionado completan un interior práctico. Correcto, pero sin personalidad.

En seguridad, ofrece control de crucero adaptativo, alerta de cambio de carril, sensores de aparcamiento, cámara trasera y asistente de arranque en pendiente. Mucha tecnología para un coche que no destaca por su estética. El Fiat Tipo puede ser funcional, amplio y económico. Pero, para muchos, también es el más feo de la marca.