Durar toda la vida. Eso es lo que todos buscamos en un coche. En una época en la que los modelos modernos se enfrentan a problemas de fiabilidad por culpa de la complejidad tecnológica y las normas anticontaminación, hay marcas que siguen siendo sinónimo de resistencia. Y, una vez más, Toyota ha demostrado que está en otra liga.
El portal especializado iSeeCars ha publicado un estudio monumental. Analizó 174 millones de vehículos en Estados Unidos y cruzó datos con sus registros oficiales. El objetivo: averiguar cuáles son los coches con más probabilidades de superar los 400.000 kilómetros. El resultado ha sido aplastante. Nueve de los diez primeros son Toyota o su división de lujo, Lexus.
Encabeza la lista el Sequoia, con un impresionante 39,1% de probabilidad de alcanzar o superar los 400.000 kilómetros. Le siguen el 4Runner (32,9%), el Highlander Hybrid (31%), la Tundra (30%) y el Lexus IS (27,5%). En posiciones posteriores aparecen modelos como el Tacoma, el Avalon o los Lexus GX y RX híbrido. Solo un modelo ajeno al grupo, el Honda Ridgeline (14,7%), logra colarse en el top 10. Además, ha más Toyota (o Lexus) fuera del top 10: Toyota Highlander (12,7 %), Toyota Prius (12,2 %), Lexus RX (10,7 %), Toyota Camry Hybrid (10,2 %) y Toyota Avalon Hybrid (9,7 %) completan la lista.
Estos porcentajes son muy superiores a la media general del mercado, que iSeeCars sitúa en un 4,8%. Dicho de otro modo: un Toyota tiene hasta ocho veces más posibilidades de superar los 400.000 kilómetros que la mayoría de los coches actuales. No es casualidad. La marca mantiene una filosofía clara: mecánicas probadas, materiales resistentes y procesos de fabricación controlados al milímetro.
La clave está en su mantenimiento sencillo y en una gama de modelos pensada para soportar el paso del tiempo. Muchos de los vehículos del estudio son SUV y pick-ups, usados a menudo como herramientas de trabajo. Aun así, aguantan kilometrajes que otros modelos apenas pueden soñar.
Es cierto que la mayoría de estos coches se venden en Estados Unidos, donde los trayectos largos son habituales. Pero el mensaje es claro: Toyota y Lexus fabrican los coches más duraderos del planeta.