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Este es el riesgo de comprarse un Tesla o un eléctrico de segunda mano

Supercargador de Tesla
R. Rodríguez

Hay ciertas cuestiones de las que no hablan las concesionarias, las marcas o las autoridades a la hora de hablar de la movilidad eléctrica. Por ejemplo, no hacen referencia a la lamentable infraestructura de puntos de carga en España. Como ese ya es problema del consumidor...

Pero hay más. Se habla de ecología, pero no cuentan lo que contamina una batería cuando llega a su fin de ciclo y hay que desecharla. Si una pila ya puede contaminar, imagínate la batería para mover un coche.

Inconvenientes de los coches eléctricos que no te cuentan

Además, los coches térmicos tenían un largo periodo útil. Es posible cambiar solo algunas piezas y que siga funcionando durante años, lo que supone un ahorro para las familias y también en lo que a fabricación de coches se refiere. Algo que no es posible con los coches eléctricos.

Porque el coste de  una batería es la mitad del valor del coche. Y cuando toca cambiarla cuesta más una nueva batería que lo que vale el coche a esas alturas, con lo que sale más a cuenta comprar un coche nuevo. Y tampoco es que el ciclo de vida de las baterías sea muy largo.

Cuidado al comprar un coche eléctrico de segunda mano

Con todo, no estamos haciendo apología para que no se vendan coches eléctricos, sino animando a los responsables de las marcas y al gobierno a ponerse las pilas en todos estos aspectos. Y, sobre todo, avisar a los consumidores del riesgo que supone comprar un coche eléctrico de segunda mano.

Ford Focus electric

Porque seguramente Avery Siwinski, una joven de 17 años que vive en Florida, habría agradecido que alguien la  hubiera avisado de estos riesgos. Se trata de una conductora que compró un Ford Focus Electric de 2014 por 11.000 dólares  y al cabo de medio año dejó de funcionar. La batería dijo “basta”.  Y tampoco es que llevara muchos kilómetros recorridos. Solo acumulaba 96.560 km.

“Estuvo bien al principio. Lo amo mucho. Era pequeño, tranquilo y lindo. Y de repente dejó de funcionar”, explicó Siwinski a KVUE News. Y atención a  lo que vino a continuación: “Resulta que es un problema bastante común para este automóvil en concreto. El concesionario de Ford nos había informado de que podíamos reemplazar la batería. Solo tendría un coste de 14.000 $”. Es decir, 3.000 $ más de lo que le costó comprarlo.

La otra opción que les dio Ford fue entregarlo a cambio de 500 dólares. Y para colmo, esta es la única opción que les quedó, pues no había baterías disponibles para el Focus eléctrico.

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  1. Antonio

    Supongo que deben traducir este tipo de artículos sin más, para tener algo que publicar en verano... Se les "olvida" mencionar que existen cada vez más talleres que reparan las baterías (por un coste del 20-30% de una nueva) y también que ese Ford del que hablan es de 2013, por lo que 9 años es un récord de funcionamiento para su batería prehistórica... Básicamente todos los eléctricos actuales tienen 8 años de garantía en la batería, por lo que el miedo que inocula este artículo sensacionalista está completamente infundado...

  2. Antonio

    Supongo que deben traducir este tipo de artículos sin más, para tener algo que publicar en verano... Se les "olvida" mencionar que existen cada vez más talleres que reparan las baterías (por un coste del 20-30% de una nueva) y también que ese Ford del que hablan es de 2013, por lo que 9 años es un récord de funcionamiento para su batería prehistórica... Básicamente todos los eléctricos actuales tienen 8 años de garantía en la batería, por lo que el miedo que inocula este artículo sensacionalista está infundado.