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Story Alpine: La armadura de los héroes

María García

En el universo del automovilismo, donde la tecnología manda y donde el riesgo aparece en cada curva, el equipamiento de los pilotos responde a unos estándares de seguridad implacables. Matthieu Vaxivière, piloto de Alpine Elf Matmut Endurance Team, nos desvela lo importante que es su casco para él, y el nivel de seguridad requerido para todas las prendas que lleva antes de subirse al cockpit del A480.

Basándose en los trabajos del Global Institute for Motor Sport Safety, la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) trata siempre de mejorar los equipamientos existentes. Así pues, al inicio de la temporada 2020 impuso una nueva norma de seguridad en Fórmula 1 y también en el Campeonato del mundo de resistencia (WEC).

Según esta norma, llamada 8856-2018, los cascos de los pilotos que se fabrican en fibra de carbono deben ahora integrar, encima de la visera, una protección balística avanzada. También se someten a una serie de pruebas extremas sin precedentes, incluida una exposición a las llamas a 790º.

La norma 8856-2018 se aplica también a estos monos ignífugos. No solo deben resistir 12 segundos a una temperatura de 700° C, sino que ahora deben presentar además un coeficiente de transferencia térmica controlado. Dicho de otro modo, el calor que penetra en el interior del mono está reglamentado. Es esta nueva medida la que hizo que Romain Grosjean pudiera permanecer 28 segundos entre llamas y saliera de ellas sólo con quemaduras en las manos.

Frente a la acción del fuego, los guantes de carreras son más vulnerables que el mono. Esto se debe a que el piloto necesita sentir el volante de manera muy precisa y por ello los guantes no llevan más de una capa de material ignífugo en algunas zonas. Consciente de que en caso de exposición a las llamas el cuero natural se encoge de manera importante, la FIA también recomienda reducir al máximo el uso de este material que presenta excelentes sensaciones táctiles.

El casco de Alpine.

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