La Vuelta muestra a España la triste imagen de los incendios de Galicia

La Vuelta a España celebra este miércoles su etapa número 17 de la edición de 2025. Un día después de que se repitiesen incidentes con manifestantes propalestinos, esta vez en la provincia de Pontevedra, el día de hoy ha estado protagonizado por las crudas imágenes que se han visto en el tramo final de la carrera.

Los ciclistas tenían que escalar el Alto de El Morredero, en Ponferrada, para cruzar la línea de meta. Y esa zona fue una de las afectadas por los graves incendios que sufrió nuestro país durante el mes de agosto.

Durante los cerca de 10 kilómetros de subida, los profesionales iban haciendo zig-zag por unas carreteras que debían presentar un paisaje asombrosamente bonito. Pero desgraciadamente, hace dos semanas las llamas se apoderaron del lugar y dejaron una escena desoladora.

En este final de etapa, en el que se impuso el italiano Giulio Pellizzari, se podía apreciar perfectamente el contraste entre aquellos áreas azotados por el fuego y los que mantienen su vegetación.

Las protestas propalestinas, protagonistas en La Vuelta

Desde la semana pasada, las protestas propalestinas se han convertido en las auténticas protagonistas de la competición ciclista que se disputa en nuestro país. Tras las interrupciones que se produjeron en Bilbao, la alerta ante nuevos incidentes se ha mantenido durante prácticamente todos los días.

En el Angliru, algunos atletas fueron frenados durante el ascenso. Pero una nueva protesta de gran magnitud se produjo este martes, cuando varios manifestantes se sentaron en la carretera del Alto de San Cosme, cerca de Mos, en Pontevedra, e impidieron el avance de la prueba.

Pese a que la Guardia Civil y la Policía habilitaron un pasillo por el que podían pasar los ciclistas, la organización decidió tomar los tiempos y dar por finalizada la etapa a falta de 8 kilómetros para llegar a la línea de meta preparada.

Este miércoles, los ciclistas se han posicionado a favor de continuar con el normal discurrir, pero sin poner en riesgo su seguridad y asegurando que en caso de que vean amenazada su integridad física, pararán.