Al baloncesto andaluz le gusta más la playa

El Coosur Real Betis perdió con contundencia en San Pablo ante un Unicaja siempre una marcha por encima (66-88). Tras un primer cuarto esperanzandor, el cuadro dirigido por Curro Segura se desmoronó justo antes del descanso. Conger y Brizuela, con 18 y 26 de valoración respectivamente, lideraron a los suyos en los momentos más calientes del choque.

Mirando al cielo de San Pablo, así arrancó la jornada en el derbi andaluz. Por la lluvia, que no diezmó la visita de aficionados malagueños, y desde donde surgió el primer balón, bajado en rappel por dos bomberos de Sevilla. El mismo que ganó Niang, robó Adams y acomodó Thompson desde el triple para lograr los primeros puntos del partido.

Así de rápido. Rodado para los hombres de Casimiro, más dinámicos bajo el liderazgo de Jaime Fernández. El base titular, Alberto Díaz, logró hasta seis puntos en la primera mitad, pero su excesiva regularidad en el contacto le relegó al banquillo.

Sólo Conger plantaba cara a la dura defensa rival, mejor hombre de los verdiblancos en el arranque. Segura paró el partido en el 6’, obligado por el tercer triple seguido de Unicaja, y Slaughter reaccionó a la vuelta. Oliver, mirando al tendido, a lo Kidd, animaba al público antes de regalar un par de canastas, pero la mala gestión en la elección de tiro lastró a los locales en el 22-25 del primer cuarto.

Para el segundo período apareció Brizuela, indefendible en las coberturas, botando y anotando desde fuera y dentro para llevar el luminoso hasta el más 12: la amenaza fantasma tras unos primeros diez minutos más que discretos. La mayor ventaja del primer tiempo (33-49) llegó justo con la bocina, la que envió a ambos equipos a vestuarios. Ni rastro de Slauhgter ni de Sihaphi, sin acierto en el tiro, tampoco de Whittington, sólo Conger decidió levantar el dedo con un 66,7% de acierto.

Sensible amago de reacción en la segunda mitad

El alero norteamericano reapareció como se fue, enchufando desde la esquina. Un tic poco contagioso, según lo visto, aunque durante unos segundos volvió a encender la lucecita de la esperanza, parpadeante tras los veinte minutos anteriores. Sipahi también se apuntó y juntos lideraron el mejor parcial local: 13-3.

Pero tenía que ser Brizuela quien le diese el chute de adrenalina a la victoria cajista. Anotando y asistiendo. La reanudación fue una batalla campal hasta que él quiso, resucitando la ventaja visitante con otro salto desde la línea de 6,75. Aparecieron los primeros suspiros en San Pablo.

Con Jaime Fernández todo mejora. En el ecuador del tercer cuarto, el radar destacó de nuevo a Toupane cerca de la línea, donde plantó raíces a base de puntos. Y lo celebra, cómo no, porque se van a más 15 a falta de 1:50 por jugar.

Conger sufrió aislado, pero aún así espoleó el ritmo anotador de los suyos. Jaime Fernández se despidió del partido tras 35 minutos de crono y un marcador de 57-80. Segura también sentó a su mejor hombre y el equipo se dejó llevar sobre la cancha en los minutos finales.

El Coosur sumó su decimotercera derrota del curso jugando al baloncesto a ratitos, un poco en el primer cuarto y de nuevo a la vuelta del recreo. Implacable Unicaja a pesar del partido europeo intersemanal, el choque finalizó 66-88 y con varios destacados entre los malagueños: Fernández, Brizuela y Toupane fueron los mejores sobre el parqué para cortar la racha de cuatro derrotas consecutivas. Los vítores viajaron de vuelta al Martín Carpena.