Un horizonte difuso para el Unicaja
Se aproxima abril, un mes que se presuponía clave para el regreso del deporte. En lo que a baloncesto se refiere, por el momento hay dos fechas claves. La Eurocup está previsto que se retome el 11 de abril y hasta el 24 se encuentra suspendida la Liga Endesa. Apenas dos semanas para lo primero y no hay mejoría significativa en España por la crisis del coronavirus. La cifra de contagiados y de muertes sigue en aumento y la curva aún no se detiene (se habla de al menos diez días más), por lo que parece poco probable que se vuelva a competir en esos plazos. Más aún cuando aún no se ha vuelto a los entrenamientos y la inactividad, más allá de los ejercicios en casa, ya es amplia.
Así, el horizonte está bastante difuso. No hay urgencias en ese sentido, la alerta sanitaria y las medidas del gobierno serán las que marquen la hoja de ruta para todos. Este lógico retraso obligará a comprimir el calendario o a alargarlo más, dando la suspensión de los Juegos Olímpicos mucho aire en ese sentido. De momento, ninguna de las dos competiciones que juega el Unicaja se dieron por finalizadas. Hay convicción por terminar la temporada y en el caso del torneo continental ya se estudia el cambio de formato, un escenario que no se descarta.
Ya hubo decisiones contundentes en otros países. En Italia, otro de los países más afectados por el Covid-19, se suspenderá la Lega. Ello afecta frontalmente al Umana Reyer Venezia, rival en los cuartos de final de la Eurocup. Puede quedarse sin competir hasta ese cruce. Las autoridades transalpinas y la federación van a argumentar que no ven las condiciones adecuadas, sanitarias y económicas, para continuar. Es una señal muy potente, al igual que ya se hayan cancelado más de una veintena de ligas. Cierto que no son del potencial de la ACB, pero son precedentes importantes.
Sin ERTE, de momento
Los ERTES han alcanzado también un protagonismo importante en el deporte. Muchos son los clubes que se están acogiendo a ellos para cuadrar las cuentas frente al terremoto que ha supuesto la pandemia a todos los niveles. No se acogerá a ello, de momento, el Unicaja, que así lo decidió en un Consejo de Administración la semana pasada. La idea en Los Guindos es respetar el contrato de los jugadores y que se sigan percibiendo los sueldos de manera íntegra.