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La perspectiva del Unicaja: una Copa para pensar en grande

Foto oficial de la plantilla del Unicaja antes de la Copa del Rey (Foto: Unicaja B. Photopress).

Ya se respira la Copa del Rey de Málaga'20, cuarta que organiza la capital de la Costa del Sol. Ahí estará el Unicaja como anfitrión, siendo ese precisamente uno de los lunares de la temporada en el club de Los Guindos. Como quiera que fuese, está. A tenor de los números, la realidad es que comparte el peor balance de los ocho presentes en el Carpena en la Liga Endesa. Tiene asteriscos este simple análisis. Aterrizan los de Luis Casimiro, pese a la derrota en Bilbao, en un punto alto de confianza. Lo dice el vestuario, en palabras no impostadas. Otra es la oportunidad que depara el sorteo, con poco parangón.

El lado del cuadro por el que anda el conjunto cajista es, a priori, el más sencillo. Al otro lado se pelean todos los Euroliga (el Baskonia no está clasificado), por un lugar en la final. En el otro, el Unicaja, el Casademont Zaragoza, el Iberostar Tenerife y el Morabanc Andorra. Una puerta histórica para uno de los cuatro. Sólo los malagueños levantaron un trofeo copero, del que ya hace 15 años, y las semifinales son el tope del resto. Le pesa a los anfitriones la mala racha en esta joya de torneo, habiendo ganado sólo un partido en la última década, en Gran Canaria'15. Nunca venció en casa en Copa tampoco. El triunfo trae varios premios.

Una Copa que no es el plato principal de la campaña, pero que es importante. La temprana eliminación en Madrid'19 supuso el comienzo de una cuesta abajo en el curso anterior. Es un buen termómetro esta competición para calibrar el nivel de madurez del equipo verde. Hasta ahora, capaz de ganar en el Palau o en La Fonteta y caer en casa del colista. Una montaña rusa que ganó algo de equilibrio en las semanas recientes, en pleno Top 16. En la Eurocup, principal objetivo, sí hubo una línea más constante. El Carpena sigue inexpugnable y tiene en su mano tener factor pista casi en todas las eliminatorias. Es un cuarto de billete hacia la élite europea.

Ejim, de vuelta

Tiene buenas noticias el entrenador una vez vaciada la enfermería. Frank Elegar fue dando pasos adelante, lo de Darío Brizuela quedó en algo más que un susto y está de vuelta Melvin Ejim. Habrá que ver en qué condiciones está después de un mes sin competir, no es sencillo regresar en un partido de máxima exigencia. Puede dar minutos de cemento el canadiense, uno de los comodines con los que juega Casimiro. Es un torneo importante para el núcleo nacional, estando algunos en el trampolín. Los casos de Jaime Fernández o Brizuela, piezas esenciales. Será interesante ver en este escaparate a Adams, Toupane o Thompson, novicios en el asunto.

La sensación, con la obvia consciencia de la dificultad, es que el Unicaja tiene coyuntura ideal para hacer algo bonito. De los cuatro títulos que hay en las vitrinas de Los Guindos ninguno se levantó en la Costa del Sol. Curiosamente, es el único trofeo que le falta al entrenador manchego. Un camino con menos piedras, pero con el peso añadido de jugar en el Carpena. Málaga espera su cuarta Copa y el Unicaja, en su casa, tiene la ambición, podría decirse que la necesidad y obligación también, de pensar en grande.

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