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El nuevo Mitsubishi es, de largo, el más llamativo de la marca

Mitsubishi Triton Savana. Mitsubishi
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Mitsubishi vuelve a mirar al campo. Al barro. Al uso duro. Y lo hace con una propuesta muy clara. Una pick-up que no busca agradar a todos. Busca destacar. Ser diferente. Y demostrar que la marca japonesa aún sabe jugar fuerte fuera del asfalto.

La protagonista es la Mitsubishi Triton Savana. Una versión especial. Mucho más radical. Pensada para los que exigen algo más que imagen. Para los que necesitan un vehículo resistente. Capaz. Y con personalidad propia desde el primer vistazo.

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Visualmente es imposible ignorarla. El color Rally Yellow marca la diferencia. Las llantas negras de 18 pulgadas refuerzan su carácter. Los neumáticos todoterreno anuncian sus intenciones. Estriberas de acero. Plataforma de carga en el techo. Todo grita aventura. Todo suma músculo.

Pero no es solo estética. Debajo hay argumentos serios. Muy serios. Monta un motor diésel 2.4 de cuatro cilindros. Entrega 205 CV y 470 Nm de par. Fuerza de sobra. Par desde abajo. Ideal para arrastrar. Para trepar. Para trabajar sin descanso.

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Uno de los grandes protagonistas es el nuevo esnórquel. Permite aumentar la capacidad de vadeo hasta 80 centímetros. Una cifra notable. Muy por encima de una pick-up convencional. Esto la convierte en una aliada real en zonas complicadas: ríos, barro, caminos rotos...

La transmisión también acompaña. Cambio automático de ocho relaciones. Y el conocido sistema Super Select II. Tracción total conectable. Reductora. Diferencial central bloqueable. Hasta siete modos de conducción. Todo pensado para adaptarse al terreno. No al revés.

Esta versión Savana no busca competir directamente con modelos extremos como la Ranger Raptor. Juega otra liga. La del equilibrio. Entre uso profesional y aventura pura. Eso sí, su producción es limitada. Solo 80 unidades. Y por ahora, exclusiva para Brasil. Pero deja un mensaje claro. Mitsubishi quiere volver a ser referencia. Y este es un gran primer paso.