Fnatic TQ conquista Sevilla, aplastante final de Superliga
La Bisoneta llegaba Sevilla a toda velocidad, alcanzando una final de Superliga donde nadie le esperaba y con el reto por delante de tumbar a un Fnatic TQ que era absolutamente favorito. Y lo demostraron con contundencia, dando poca o ninguna opción al conjunto de BISONS en toda una declaración de intenciones a sus rivales del European Masters.
Y es que Sevilla parece condenada de nuevo a finales demasiado cortas. Pues si bien es cierto que la última terminó con el 3-2 de Splyce Vipers contra Origen BCN en 2019, a los pocos minutos de comenzar la gran final ya todo recordaba a aquel 3-0 de KIYF a Baskonia en 2017. Una final demasiado corta que supo a poco, pese al espectáculo de Homi y compañía.
BISONS quería romper todas las estadísticas, y Fnatic Team Queso llegaba con el dato de no haber perdido nunca dos veces contra el mismo equipo en esta temporada de Superliga. Y con esa fortaleza se hicieron grandes desde el primer minuto. Doble kill en bot a los pocos minutos del primer mapa abrían lo que iba a ser un mapa sin apenas oportunidades al rival. Y pese a que Albetrayber y Random lo intentaron, todo terminó al minuto 28.
El segundo mapa no iba a ser diferente, o sí, con mayor ventaja incluso para un Fnatic TQ que repetía en el lado rojo tras la elección de BISONS. Aparecía el Yasuo de Random, pero nuevamente y desde el primer minuto, Oscarinin y Maxi impusieron su ley, especialmente el jungla destrozando con Lee Sin. Una partida bastante limpia y casi perfecta que veía caer el nexo de los bisontes al 23.
Pero el público seguía a bordo de la Bisoneta, soñando con un reserve sweep. Poco le importó a un Maxi que siguió haciendo magia con Lee Sin, a la par que el capitán Rhukz era otra pesadilla con sus constantes rotaciones con Rakan. BISONS rascaba valiosas kills, pero por cada una de ellas perdía mucho más en forma de objetivos. Con todo decantado Random con Ezreal y Guubi con Varus protagonizaban preciosas jugadas para defender su base, que no hizo más que alargar lo inevitable hasta una última pelea en la que, una vez más, sobrevivían Oscarinin y Maxi para cerrar esta gran final de Superliga en Sevilla.