Cucurella, de la posible expulsión al gol
La polémica protagonizó el tramo final de la primera parte en el Getafe - Real Valladolid. Mateu Lahoz, muy estricto durante todo el primer acto (mostró cuatro tarjetas amarillas), se desentendió en una acción en la que Marc Cucurella fue al límite entrando con dureza a Pedro Porro. Si era falta, era amarilla. Mateu se lavó las manos y no señaló la infracción del jugador del Getafe, que en el minuto 18 ya había sido amonestado.
La tarjeta al ex del SD Eibar se sumó a las de Federico Barba, Joaquín Fernández y Damián Suárez. No fue un partido excesivamente bronco, pero Mateu eligió el camino de las tarjetas para marcar el ritmo arbitral.
La posible amarilla gana más importancia no sólo por el hecho de que hubiese supuesto la tarjeta roja, sino porque en la siguiente jugada Marc Cucurella fue el autor del gol del Getafe tras un buen movimiento de Jorge Molina, que aprovechó el arrastre hacia su figura de toda la zaga blanquivioleta, en un grosero fallo de Kiko Olivas y con el resto del equipo impreciso.
Lo que está claro es que Cucurella nunca hubiese marcado el gol si Mateu hubiese establecido el mismo rasero con el que arbitró en la primera media hora de juego.
