La fiebre Tsitsipas irrumpe en Melbourne Park
El joven tenista griego Stefanos Tsitsipas eliminó este domingo al suizo y vigente campeón Roger Federer, en un partido que estuvo marcado por la presencia de un incesante público griego, que tiñó el encuentro de octavos de final como si fuera un ambiente de derbi entre Olympiacos y Panathinaikos.
"¿Te refieres a los chavales griegos? Ellos siempre son increíbles", agradeció el joven tenista heleno en rueda de prensa en un tono despreocupado, a pesar del asombro que generó el ímpetu de la hinchada griega, más propia de un ambiente futbolero que de uno tenístico, a gran parte de los aficionados que acudieron a Melbourne Park durante la séptima jornada del torneo.
A pesar de que el jugador de Atenas compite a más de 13.000 kilómetros de su país natal, la atmósfera de Melbourne tiene cierto color griego como consecuencia de que la capital del estado de Victoria es el lugar donde más incidencia tiene la lengua griega fuera del propio país.
La fiebre del oro desatada en el sureño estado de Victoria en 1851 animó a una cantidad ingente de helenos a poner rumbo a las antípodas con el objetivo de mejorar su condición social y económica.
Una situación semejante tuvo lugar tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial (1945), así como durante la Guerra Civil Griega (1946-1950), cuando una nueva oleada de emigrantes helenos se asentaron en la ciudad de Melbourne.
Nadie podía predecir que el joven Tsitsipas, casi 170 años después de aquellos descubrimientos de oro, se viera favorecido por aquella fiebre cuando sus alocados descendientes se dejaran el alma coreando su nombre para que lograra derrocar a Roger Federer, campeón en seis ocasiones del Abierto de Australia.
Tras la 'machada' y con el ejército incondicional de seguidores a sus espaldas, Tsitsipas ha irrumpido con fuerza en Melbourne Park, en parte como consecuencia de su atractivo estilo tenístico, y podrá alargar su gesta en cuartos de final ante el tenista español Roberto Bautista Agut (22), quien también atraviesa uno de sus mejores momentos deportivos de su carrera.