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Es Noticia

Agnieska agua la fiesta a Venus

Agnieska Radwanska ha vencido a Venus Williams.
TennisTopic

Venus Williams se enredó en una tela de araña a 30 grados de temperatura: la victoria 6-4 y 6-2 de Agnieska Radwanska en la final de Montreal fue una demostración que confirmó la excepción de la regla. En la era más física del tenis femenino, un período donde dominar es sinónimo de potencia, de pegar, pegar y pegar, la número cinco del mundo abrió un abanico de recursos inagotables para celebrar el segundo Premier 5 de su carrera, maniatar a la campeona de siete grandes y reivindicar el estilo con el que ha hecho carrera, labrándose la fama de maga en el vestuario. Venus se desesperó cuando del sombrero de su rival empezaron a salir chispas, dando vida a una sucesión de trucos para los que no tuvo otra respuesta que un mar de errores no forzados (¡41!), el calvario que recorrió desde el primer juego del duelo.

Tras superar a su hermana Serena en las semifinales del torneo, la estadounidense se enfrentó a un encuentro completamente distinto, lleno de aristas. Si ante la número uno del mundo compitió de poder a poder, contra la polaca fue el juego del gato y el ratón. Venus buscó cazar y, sin embargo, acabó atrapada en sus propias redes. La primera manga, en la que en 23 minutos se encontraba peleando por evitar un 1-5, retrató la vía de escape de la ansiedad a través de los 24 errores no forzados que acumuló, 41 al final del partido. Su rival, solo ocho.
Radwanska, sobrada de talento, mezcló con malicia la altura de sus disparos, que reguló en una escala de velocidades  distintas según el momento del intercambio. De su raqueta nacieron golpes cortados para quitar potencia a los latigazos de Williams, obligándola a bajar las rodillas de su corpachón (1,85m) para contestar, encontrando irremediablemente la red como destino. De su raqueta brotaron globos ejecutados con la sencillez de una cálida sonrisa enmascarada en intenciones ocultas, tiros precisos que abrieron en canal el ofensivo planteamiento de Venus. De su raqueta salieron pelotas templadas en un partido de alto voltaje, donde la estadounidense pronto bajó los brazos y a la polaca le bastó con mantener una línea regular. Su raqueta, en consecuencia, fue reflejo de su cabeza, un mapa estratégicamente perfecto para enfrentar cualquier tipo de situación.
“Tenía que mezclar todo lo mejor de mi tenis para ganar a Venus”, reconoció Radwanska aún sobre la pista, antes de recibir el trofeo de campeona. “Cada día de la semana he ido jugando mejor. He tenido rivales a las que he batido jugando a un gran nivel, especialmente en la final”, cerró sobre su camino en Canadá, donde superó encuentros ante Makarova o Azarenka para llegar al objetivo final. La polaca, que debuta en Cincinnati contra Oprandi o Nara, celebró su primer título de 2014 y algo más importante: se volvió a convencer a sí misma de que ganar sin pegar también es posible.

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