La aplastante y condundente victoria del Los Angeles Rams contra los Arizona Cardinals tuvo muchos nombres y apellidos, para bien y para mal. Se preveía que fuese un duelo muy desigual, y lo cierto es que este derbi de la NFC comenzó muy divertido y muy igualado. Un espejismo que se resolvió durante el segundo cuarto, cuando los de Matthew Stafford comenzaron a pasearse como querían y sin oposición.
Y mira que Michael Wilson volvió a firmar un partidazo. Muy por encima de el de su equipo en líneas generales. Especialmente en defensa, donde se iban desvaneciendo salvo por destellos puntuales. Y es que el equipo volvió a sufrir y mucho por culpa de sus lanebackers, con un Pappoe que quedaba retratado en varias ocasiones.
Es ahí donde apareció una vez más la figura de un Puka Nacua que volvió a brillar. Alzándose en jugadas imposibles y recibiendo allá donde nadie le espera. Un jugador diferencial para un equipo que ya cuenta con gigantes como Davante Adams, y unos Williams y Corum que son una delicia de running backs. Con ellos, los Rams se iban volando al descanso y eso no fue más que el inicio de la paliza.
En el último cuarto, hasta la última estrella de Los Angeles se fue a la banda a descansar y disfrutar de una victoria más que asegurada. Una fiesta merecida en parte a los dos touchdowns de Nacua, que lo hizo todo demasiado fácil, como se demuestra en el que sería el primero de la noche para él.