El Valencia CF bronco y copero, una leyenda en peores terrenos que el de Getafe

Aquello de bronco y copero es algo ligado al nombre del Valencia CF desde tiempos remotos cuando labró su leyenda a base de duros partidos y gestas imposibles en las que sacó a relucir la fuerza, la garra y el ímpetu bélico que ha permitido al Valencia CF ser lo que es a día de hoy. Todas aquellas gestas tuvieron lugar sobre terrenos de juego mucho peores que con el que se topó el equipo este pasado domingo en Getafe. Campos de fútbol de dudosa preparación y poco recomendables para la práctica futbolística. El Valencia CF siempre pudo salir adelante gracias a la batalla que trasciende de los futbolístico. 

Es precisamente ese espíritu batallador el que me faltó verle al equipo en Getafe. Lo del césped fue un factor importante, pero ese partido se ganaba como lo hizo el Getafe, con todo menos con fútbol. El Getafe se olvidó de jugar y salió a rascar al césped y ante esto, el Valencia CF no supo crecerse sino más bien se hizo pequeño hasta consumar la primera derrota de la temporada. 
Que Damián Suárez acabase el partido es algo demencial. El festival de 'palos' que protagonizó el conjunto de Bordalás, difícilmente se le olvidará al imaginario colectivo pero considero que es lícito que cada uno utilice las armas que mejor le convengan. El problema estuvo en la figura del colegiado Medié Jiménez que pensó que lo tenía todo hecho con la expulsión de Arambarri. La cosa no quedó ahí y los impunes azulones siguieron arreando a diestro y siniestro. El Valencia, aunque superior en número no supo reaccionar e igualar esa 'intensidad'. La juventud que caracteriza al equipo, no fue un divino tesoro como suele decirse, ni mucho menos, todo lo contrario. 
Baño de realidad pero que puede quedar en anécdota si el equipo es capaz de reaccionar venciendo al Celta el próximo sábado. Nada cambia, todo sigue igual. Marcelino también, pero la próxima vez estará en el banquillo.