Fieles a nosotros mismos

Al Valencia CF le sale todo en estos momentos. Así de sencillo. La suerte está del lado del equipo de Marcelino y todo lo que toca lo convierte en oro. En la ecuación hay que añadir que la moral de la tropa está por las nubes, la del equipo y la de sus aficionados que por fin se sienten pagados por unos jugadores que dignifican el escudo. Marcelino es el líder y todo lo que el asturiano haga y diga será correcto porque hasta el momento ha demostrado que tiene razón en todo y mal no le ha ido. De esta manera, el valencianismo ha pasado del letargo anestesiado de las dos última temporadas a un estado de éxtasis permanente. 

Pero ya sabemos los volátil y lo cambiante que es esto del fútbol. Se levantan mitos y se destruyen tan pronto como el héroe pasa a ser villano. Esto es algo muy de la afición valencianista, siempre fiel a su equipo, incondicional pero tan exigente que en cuanto se baja el pistón de la exigencia, emerge la crítica más ácida. 
Por ello, cuando este miércoles a medio día escuchaba a Simone Zaza en la radio del club decir que cuando "lleguen los malos momentos debemos demostrar quiénes somos realmente", no puedo estar más de acuerdo con el italiano. Los momentos malos llegarán porque los tienen que sufrir todos los equipos, hasta los dos grandes, y esto no es parte de una mentalidad negativa ni ceniza en este momento en el que todo marcha genial. De no pensar así, sería darle la espalda a la realidad. 
En algún momento, al Valencia CF le dejará de salir todo bien y vendrán derrotas y momentos de dudas y es ahí cuando habrá que ser más fiel, si cabe, a todo lo que ha ido construyendo el equipo a lo largo de estas primeras semanas. Por supuesto, el entorno deberá echar un cable en este sentido. 
Pero ni el equipo y todos los agentes que conforman el valencianismo deberían moverse ni un ápice del guión trazado desde el principio. Y es que llevamos demasiado tiempo esperando que el Valencia CF sea lo que es a día de hoy. Arropémosle ahora para seguir cosechando éxitos, pero sobre todo, cuando el equipo lo esté pasando mal porque las cosas anden torcidas. Éstas llegarán porque forman parte del ciclo natural de la Liga no será porque los jugadores se dejen algo sin ponerlo sobre el terreno de juego o en cada entreno. 
Me quedo con una de las frases de Simone: "La suerte no existe en el largo plazo".