El Bilbao Basket vuelve a reinventarse de nuevo

Es lo que tiene no poder retener a tus dos hombres más importantes del pasado ejercicio. La economía manda y el Surne Bilbao Basket afronta desde esta semana, con doble partido a la vista (Joventut el viernes y Real Betis el domingo), una nueva temporada con la economía de guerra, como lo fueron las última campañas. La revalorización de Damien Inglis y Delgado hizo imposible su continuidad y al club de Miribilla no le quedó otra que volver a resetear una plantilla que, a priori, parece inferior a la del pasado curso.

El último servicio de Alex Mumbrú (¡Chapeau! por su trayectoria), acabó muy cerca del play off. El listón se me antoja muy alto. Todas las posiciones han cambiado radicalmente. Se ha apostado por un cambio en la dirección donde la llegada de Radicevic, con pasado ACB, intentará hacer olvidar la gran campaña de Rafa Luz y los destellos de un Rouselle que dejó huella en el club.

Creo que se pierde en intensidad defensiva y pausa en el juego ante un recambio que deberá llevar la manija del equipo. Junto a él, Adam Smith será su escudero. El elegido era Goudelock pero su grave lesión de rodilla trastocó los planes de la dirección deportiva y por suerte se pudo conseguir un recambio de garantías. El norteamericano, con muy buenos números en Israel el pasado curso, será junto a Francis Alonso el encargado de caudal ofensivo en la línea exterior.

El alero malagueño es otra de las apuestas del Bilbao Basket. Su rol en el Unicaja no va a ser el mismo que el que tendrá en Bilbao. Aquí ya dispondrá de los galones que en el equipo costaleño no tenía. Junto a ellos Ludde Hakanson mantendrá la coherencia y Alex Reyes intentará dar otro paso parta demostrar que puede ser un alero fiable. Y la verdad es que en pretemporada lo ha demostrado.

El Bilbao Basket negoció con el FC Barcelona la cesión del escolta uruguayo Agustín Ubal, de cara a la temporada que está a punto de iniciarse, debido a la lesión del mallorquín Tomeu Rigo

La mano de Jaume Ponsarnau en el nuevo Bilbao Basket

La llegada de Ponsarnau se traduce en orden, fluidez y juego con sentido. Sus últimas temporadas no han sido exitosas pero es un entrenador reconocido, con experiencia en equipos como Valencia, Manresa y Zaragoza, que puede dar orden y sentido al juego bilbaíno.

Veo desequilibrio en la generación de puntos. Quizá demasiado orientado a la línea exterior en detrimento de un juego interior en el que sus tres baluartes, Withey, Kyser y Sulejmanovic no destacan precisamente en el plano ofensivo aunque sí en el aspecto reboteador. Puede que el último en llegar, Andersson sea el tapado.

Pero resultaría peligroso decantar todo según el día que tengan tus tiradores. Ponsarnau seguro que ha detectado esa carencia  y apostará por un juego fluido  con muchas posesiones. La defensa también será importante para el técnico catalán. La llegada del experimentado Rabaseda ayudará en ese aspecto porque el ex del Burgos es un jugador que contagia su garra al grupo.

La participación en BCL es otra de la novedades...

Se puso en entredicho la participación en esta competición dados los malos precedentes de los dos clubes que descendieron el, pasado año y participaron en ella. Andorra y Burgos lo pagaron pero no me queda claro que fuera por jugar la BCL sino más bien por la mala gestión de sus plantillas. El martes 4 de octubre los MIB jugarán ya en casa del Nymburk antes de recibir en Miribilla al Valencia de Alex Mumbrú y del getxotarra campeón del Eurobasket Xabi López-Arostegui.

Por Carlos Ballesteros, exseleccionador de Bizkaia Junior Masculino. 

@karlosballes