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Es Noticia

Hay símbolos que son intocables

Periodista. De norte a sur pegada al balón.


Esta web desveló hace días los planes del Málaga para con su escudo. Y confirmó a primera hora de la tarde de ayer la veracidad de la imagen que se había filtrado en foromalaguistas.com. El Málaga estaba decidido a cambiar su escudo bajo una supuesta necesidad de evolución del mismo. Está bien tratar de honrar la historia del primer equipo de fútbol de la ciudad desde su origen allá en 1904, intentar amoldarse a los nuevos tiempos y buscar un puesto Champions también en marketing, desarrollo y modernidad. Pero igual el camino se tuerce si el resultado de dicho intento significa la ruptura con valores y símbolos que dan sentido a la historia del club.
El escudo es el mayor emblema de un club de fútbol. Su máxima seña de identidad. Las evoluciones son tan antiguas como el propio fútbol. Pero esto no era una evolución en la que se iban a modernizar ciertos detalles. Era un escudo, en contenido y forma, muy diferente. El rechazo al mismo en foros y redes sociales ha sido unánime desde que se difundió la nueva imagen. Y ha surtido efecto. El club atiende la petición popular y garantiza la continuidad del escudo actual, al menos, para la próxima temporada. En un club de fútbol se conjugan los intereses empresariales y los sentimientos. Y hay símbolos que son intocables para el corazón.
Los propietarios han escuchado a su masa social. Buen gesto. Pero sería deseable que ante futuras iniciativas de este tipo se diseñasen estrategias de funcionamiento más rigurosas y acordes a lo que debe ser un club de Champions.
Partiendo de la base de que todo este asunto del escudo se pone en marcha con la mejor de las intenciones, se percibe en el ánimo de los propietarios cierto ansia por dejar su huella, imborrable, para siempre en la historia del club (sucedió algo similar a lo del escudo con el color del pantalón e incluso se barajó la posibilidad de hacer algún cambio también en el himno). Y la dejarán. De hecho, la están dejando. Pero su huella es la transformación del Málaga. Su nuevo estatus de equipo grande. Su éxito deportivo sin precedentes. La cuarta plaza y la posibilidad de jugar la Champions por primera vez en su historia. La ilusión de una ciudad que se frota los ojos casi a diario para comprobar que este sueño es real. Las conquistas mayores que seguro están por venir... Ese es el legado que perdurará en el malaguismo a través de generaciones. La huella del jeque Abdullah Al-Thani y de Abdullah Ghubn en Málaga ya es eterna. Y no necesitan que se les recuerde allende los tiempos como quienes modernizaron y cambiaron el escudo. Porque han sido ellos los que han cambiado la historia del club.

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