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"'Beast Mode' is back"

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Carlos Molina

En la NFL a veces aparecen tipos excéntricos que impulsan la imagen del fútbol americano más allá del deporte. Sus apariencias, actitudes fanfarronas, y vanidad sin límite esconden en ocasiones una adrenalina desmesurada y con poca sustancia sobre la hierba. No será este el caso. En la década del debate sobre si los quarterbacks modernos están cambiando el deporte, 'una bestia' apareció en Seattle para aliarse con el nuevo chico de América, Russel Wilson, y ponerse en el dedo el primer anillo de la franquicia en su historia en la Super Bowl XLVIII. Marshawn Lynch, un running back temible.

'Beast Mode' desencadenado

En la farándula de la NFL, Marshawn Lynch no es conocido por declaraciones altisonantes o por protagonizar líos ni noticias relacionadas con pulirse millones de dólares. Este californiano, de físico imponente y dentellada metálica de presentación, ha sido uno de los mayores atractivos de espectáculo y derroche de talento que se han visto ganando yardas en el fútbol americano. Nadie de su generación ha movido 100 kilos de músculo de forma tan feroz ni habíamos presenciado exhibiciones de victorias consumadas a base de yardas extras con las que ningún playbook contaba en las notas. Así se desencadenó la bestia en 2014 para ganar la Super Bowl. Tras el éxito que le llegó en el inicio de la cuesta abajo de su plenitud, cayó diluido en una franquicia que hasta este año no ha sabido reponerse.

Lesión y retirada

Lynch ya lo tenía. Su ambición ya no estaba en Seattle y decidió volver a casa para jugar en los infaustos Oakland Raiders. California no le trajo los sueños esperados y fueron los Raiders de siempre con el Lynch de nunca. En su segunda campaña una lesión inguinal le apartaba del equipo en octubre de 2018, lesión que finalmente por la situación del equipo sin postemporada, sumada a su edad y falta de ambición, desembocó en una retirada algo decepcionante. Marshawn Lynch había brillado poco para todo el potencial que tenía y podía seguir demostrando pero él siempre quiso hacer las cosas a su manera.

La reaparición

Andaban los Seahawks inmersos en su vuelta a los playoffs estos días con grandes expectativas pero las lesiones de Carson y C.J. Prosise dejaban el roster muy tocado justo al término de la temporada regular. En un momento delicado y sin mucha rumorología previa, como sería de esperar, se conoce la reunión de Lynch con los Seahawks y en menos de 24 horas se hace oficial. Marshawn Lynch ha vuelto. No es un fichaje galáctico que dé un vuelco a las previsiones de apuestas de la Superbowl, pero es Marshawn Lynch. Un running back de 33 años y que lleva 14 meses de inactividad deja más que serias dudas de su aportación a un equipo que quiere volver a levantar el Vince Lombardi, pero ahora el terror debería pasar a otros. "'Beast Mode' is back".

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