Quiero pelear

Por si ustedes no lo saben, soy de Torrefiel. Y a los de mi barrio de vez en cuando nos sale esa vena canchera y peleona que nos invita a dar un par de tortas de vez en cuando, pero sobre todo a luchar por todo aquello por lo que queremos y, hoy, he venido peleón.

Los jugadores del Valencia CF no son de mi barrio, pero como si lo fueran porque también quieren pelea. Y no porque sean agresivos, ni porque en Torrefiel haya mucho levantinista con el que pelearse, sino porque en el vestuario del Valencia, por primera vez en muchos años, van a luchar por todo. Sin miramiento. El partido contra el Atlético de Madrid va a servir como medidor de optimismo, ambición e ilusión para un equipo que no se pone límites y que va enchufadísimo al Manzanares. 
Lejos quedan aquellas épocas sin ambición y de ligas poco competitivas en las que las gestiones de hamaca incitaban a la relajación máxima de unos jugadores conformistas. Jugadores de medio pelo de desorbitado salario que reinaban en los vestuarios de Paterna y Mestalla.
Miren, con quienes también tendría pelea -dialéctica- sería con los defensores del braulismo. Gracia me hace los que hacen referencia a la herencia de Braulio Vázquez como el gran éxito del Valencia, cuando estadísticamente cuantos más futbolistas había "suyos" en el equipo peor era la clasificación. Que sí, que los Alves, Dani Parejo, Javi Fuego, Barragán y Vezo son de Braulio -Ni Gayà ni Soso lo son-, pero si no los rodeas de gente buena son lo que eran: currantes del fútbol en la mayoría de los casos pero no futbolistas ganadores.
Y yo quiero que se rodeen de lo mejorcito. André Gomes, Rodrigo Moreno, De Paul, Negredo, Otamendi… precisamente este último me fascina. Y lo hace porque si hay alguien capaz de luchar para estar en el Calderón a pesar de su lesión es él. Un futbolista de guerra capaz de doblegar el solo al mejor delantero rival. Un luchador nato.
Porque en esto, como todo en esta vida, hay que pelear hasta que se desvanezca la última oportunidad de conseguir lo que uno pretende.  Este equipo debe ir paso a paso, sin prisa pero sin pausa, pero con paso firme. Porque hay calidad, hay ilusión y sobre todo corazón de conseguir lo que uno se proponga. Así es este Valencia y así somos los de Torrefiel. Por eso quiero pelear.
Dani Meroño
Periodista RadioEsport y Deportes con Julio Insa