Un derbi de vida
El fútbol deja de ser bonito cuando sufres con él, me comento un buen amigo hace tiempo. Yo ya no veo los partidos prefiero no padecer me dijo tras un choque tremendo entre su equipo y el rival.
Yo le di vueltas a la frase y acepte que a mí el fútbol siempre me hizo sufrir así que sigo con esa fiebre de ver a los equipos que adoro sabiendo que probablemente me aporten más tensión que placer. Es un poco de masoquismo controlado pero sobre todo es una forma de vivirlo con quizá más pasión, más fuerza.
Es un derbi dramático quizá el más importante que se ha jugado en mucho tiempo. Uno lucha por seguir soñando con la grandeza, el otro por abandonar la decepción constante en la que se mueve últimamente.
Este domingo Valencia vivirá un derbi. Un partido que divide la ciudad en dos. Una parte mayoritaria valencianista, otra más pequeña granota. Sentimientos enfrentados y pasiones parecidas. Es un derbi dramático quizá el más importante que se ha jugado en mucho tiempo. Uno lucha por seguir soñando con la grandeza, el otro por abandonar la decepción constante en la que se mueve últimamente.
No es fácil estar en un lado y en otro sin sentir dolor y preocupación. Valencia necesita los dos equipos. Cada uno con sus sueños, sus metas sus ilusiones. Haciendo de la rivalidad una manera magnifica de amistad.
Discutiendo en los bares, en reuniones familiares, en la vida. Nos hemos acostumbrado a lo bueno y así es difícil pensar en lo malo.
Por eso el derbi esta vez es granota. Por lo que se juega. Una lucha por la vida, el otro por orgullo. Legitimo para los dos pero obligado para solo Los que hemos mamado la historia de los dos equipos tenemos la sensación de que todo a lo mejor no es tan importante como creemos pero que nos motiva más que ninguna cosa.
El fútbol y su poder de abstracción ante las dudas y los problemas. La guerra del que en su día fue rico contra el que se sublevo contra los problemas. La magia de llevar unos colores u otros en el corazón. Un partido de fútbol ante la lógica y la razón.
Levante UD y Valencia CF o como ser feliz y no morir en el intento. Que gane el mejor diría aquel aunque yo creo que aquí más que eso que gane el que más lo necesita…
Carlos Egea
Periodista