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El monstruo que me asusta

Nunca he sido yo de tener miedo a los monstruos que se escondían debajo de la cama o en el armario. Me asusta la oscuridad. Me asustan las tormentas. Incluso algún que otro personaje de película de terror, de esos que se te quedan grabados en el cerebro. Pero desde hace unas semanas, hay un monstruo que empieza a causarme pánico. El coqueteo del Málaga CF con el descenso a Primera División RFEF.

Al principio pensaba que ese monstruo era sólo una sombra mal mirada, el reflejo en la pared de una silla descolocada o la rama de un árbol que parece lo que no es. Luego, se fue transformando en un pequeño ente peludo que jornada a jornada iba creciendo. Ahora este monstruo es un gigante, huele que apesta y los gorjeos que salen de su hocico estremecen hasta al más valiente.

Hay un punto positivo: sabemos cuáles son las armas para defendernos de ese monstruo. Pero, y aquí viene lo negativo, blandirlas es una cuestión totalmente distinta que en estos momentos nos parece hasta imposible de llevar a cabo.

Ya no se trata del entrenador -quizá la elección de Natxo González no fue la más acertada para hacer reaccionar al vestuario-, ni de la calidad de los jugadores, ni del tino con los fichajes, ni mucho menos de estar bajo los mandos de una administración judicial. Se trata de un problema de actitud, de no saber afrontar la situación. El Málaga no sabe cómo defenderse de su monstruo y eso, más que el propio monstruo, es lo que da miedo. Un bloqueo mental que paraliza a todos.

Muchos ya han asumido que el monstruo nos va a devorar y nos va a mandar directos al infierno del fútbol no profesional. Otros, con la boca pequeña, confían en que cualquier movimiento inesperado surta efecto y podamos despertar de esta pesadilla. Una servidora está convencida de que la situación es salvable -en peores plazas hemos toreao- pero el tiempo se acaba y ya no quedan excusas.

Por primera vez, hay un monstruo que me tiene aterrada. El mismo monstruo que inhibe las ideas de los jugadores del Málaga y que está muy lejos de formar parte del elenco de la famosa película de Pixar. Aunque este también se alimente del miedo que provoca.

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