La negociación por Kike Sola se enquista

Las negociaciones por Kike Sola entre las direcciones deportivas de Athletic y Osasuna parece que serán ásperas y más prolongadas de lo que aparentaban.
En una operación en la que están condenados a entenderse, las posturas de ambos lados se empiezan a enquistar. El precio del delantero de Cascante es el principal motivo, el caballo de batalla. Osasuna parece que en ningún caso se muestra dispuesto a rebajar el precio de salida de unos 6 millones de euros. Considera que ya adelgaza con generosidad casi la mitad de su cláusula (10), que el Athletic necesita un delantero y, evidentemente, su mercado es muy reducido. Además, apuntan a que las arcas del club de Ibaigane no se pueden quejar tras la venta de Javi Martínez y ahorrarse las elevadas fichas de Llorente y Amorebieta.
Por su parte el Athletic, en su clásica política de austeridad cuando se trata de picotear en el exterior de su red de convenidos, parece que no soltaría la mano más allá de los 4 millones y habría ofrecido unos 3’5. Considera que es el precio razonable dadas las circunstancias. Entiende que Kike Sola acaba contrato en Pamplona en junio de 2014, por lo que quedaría libre en el mes de enero, y la próxima temporada podría arribar en Lezama sin coste alguno.
Sostiene que el ariete quiere volver al club donde militó en categorías inferiores, del que tiene la espina de no haber podido triunfar, y que el club que dirige Miguel Archanco necesita imperiosamente alguna venta para cuadrar sus cuentas para encarar un ejercicio empinado.
Osasuna, que guarda en la retina que por Javi Martínez y por David López ya se alcanzaron las cifras de traspaso que ahora solicita, maneja los tiempos, pero es consciente de que sólo Kike Sola y el arquero Andrés Fernández podrían proporcionarle dinero en condiciones. De hecho, no se plantean, en principio, rebajas por la mediación de algún otro jugador procedente del Athletic como moneda de cambio para aligerar la operación. Tampoco es que Mendilibar deslice demasiada oposición.
Con este panorama, Kike Sola sigue disfrutando de sus vacaciones, pero con el móvil activo en busca de informaciones que desatasquen esta encrucijada y sin descansar lo que anhelaría.
Encima, el atacante contrae matrimonio el próximo sábado sin conocer a ciencia cierta su destino para la próxima temporada. De momento, el contrato futbolístico le liga a Osasuna y no ha respondido a su oferta de renovación. Archanco, alertado, ya ha avisado que no consentirá amenazas ni motines a bordo y que el año puede ser muy largo para Sola.
Athletic y Osasuna, por tanto, deben alcanzar un punto de equilibrio. Son vecinos y aunque no amigos, entienden que se deben respetar.
A las tres partes les interesa desenmarañar este asunto, que puede convertirse en un culebrón. La aparición en prensa de detalles de la reunión celebrada en Bilbao no ha ayudado mucho, sino más bien embarra la pista. La naturaleza debe de seguir su curso y Kike Sola formar pareja de Aduriz. Las fichas siguen en el tablero. 
@javirbeltran10