La independencia de Haro
El Gol Sur, quién será el próximo director deportivo, el nuevo entrenador, la radio y la televisión… Muchos cambios que están previstos en ese nuevo Betis que empieza a tomar forma dentro del ya antiguo nuevo Betis, pero hasta que el conjunto verdiblanco no logre la permanencia todo eso es secundario. El miedo en el cuerpo del bético existe, y más con ese precedente de la temporada 2008-09 presente, y hasta que el triste objetivo de la salvación no lo tenga el Betis en el bolsillo… Muy mal lo tendría que hacer el equipo de Heliópolis, pero… Ojito.
Al margen de esa salvación aún no conseguida, el nuevo presidente, Ángel Haro, y José Miguel López Catalán, parece, ahora sí, haber cogido las riendas del Betis de lleno. Recelo mucho, y hasta que no vea con hechos los cambios prometidos no empezaré a resaltar ese Betis distinto, pero al menos tienen el beneficio de la duda. Sobre todo, porque están trabajando con independencia. Ángel Haro, bajo mi punto de vista, se equivocó en el tema del socio que no pudo entrar al estadio o en apostar por Damiao, pero el hecho de que se mantenga independiente en la toma de decisiones de cara al futuro, pese al ridículo y gafe entorno jurista-mediático que sigue rodeando a la entidad heliopolitana, ya es un punto a su favor.
El mejor ejemplo ha sido el tema de Macià, que ha dejado a ese entorno tan defensor del valenciano -incluso criticó a Haro por el hecho de tener en mente tomar la decisión de dar un giro a la dirección deportiva- retratado. Como siempre. Y así toda la temporada: odas al director deportivo, a Van der Vaart, Ricky, Vadillo, Petros, Pezzella… Postureo, porque de fútbol…
Si Haro y Catalán se rodean de gente de fútbol y siguen actuando con valentía e independencia en la reestructuración que quieren llevar a cabo y que tan necesaria es en la entidad heliopolitana, el que saldrá ganando es el Betis. Cierto es que tienen a gran parte de la afición a contracorriente, pero en su mano tienen revertir esta situación. Para ello, deben mostrar hechos, exigencia y, sobre todo, que el Betis logre cuanto antes la salvación, pues el año que viene el objetivo deberá ser luchar por Europa. Europa, sí, esa palabra que este año ha sido gafe.