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Es Noticia

Camacho, nuestro coloso

Daniel Marín


No nos cabe ninguna duda de que Camacho siempre era el primero en ser elegido por el capitán ganador del ‘pares o nones’ en los partidazos del recreo de su Zaragoza natal. Nos lo imaginamos como a uno de esos colegiales de ida y vuelta por el cemento del patio, de los que competía hasta en los pasillos con sus hermanos y de los que soñaba con cambiar su zapatilla descosida por unas botas de futbolista de Primera. Y creció rápido el pequeño de los Camacho. Con 17 años ya había debutado en la élite con el Atlético junto al Kun o a Forlán  y ¡contra el Barcelona! Camacho ya era maduro con la edad justa para conducir.
Poco antes, a los quince, se mudó en familia a Madrid. Y desde los 20 vive en Málaga, que lo acogió para un ‘rato’ y donde se siente “afortunado” por haber participado en los mejores momentos de la historia del club. Tuvo buenos maestros como Toulalan, y algún verdugo de causa difusa y cabello rubio, aunque el tiempo y el balón lo acabaron poniendo dentro de la vitrina. Camacho, de los vestigios de nuestro Málaga de Champions, el décimo internacional que alternó el blanquiazul con el rojo absoluto, es la batuta que acompasa la etapa actual de ‘vacas gruesas’, si nos permiten la expresión.
El 2015 pudo ser el peor año de su carrera. Lleno de quirófanos, sombras y dolores. Pero ha vuelto. Como El Barrio, “ahora toca caminito de guitarras y sombreros (…)”. Camacho ha vuelto como el mejor Camacho. Como el coloso competidor de siempre. Se le ve en plenitud física, sin medir en la verdad, con galones de líder, haciendo mejores a sus compañeros y abanderando, sin desmerecer a nadie, el prodigioso renacimiento del Málaga. Sumó desde fuera con su sola presencia. Pero es dentro del campo donde los líderes se hacen irremplazables.
Y no seremos nosotros quienes lo descartemos para la Eurocopa de Francia. Está claro que en su puesto la plaza es fija para el mejor de los pivotes: Busquets, pero a Del Boque, quien lo hizo debutar tras portar el brazalete en todas las categorías de la Rojita, le gusta Camacho. Y ahí está el coloso, con sus opciones intactas de ayudar a revalidar el título de campeón de Europa de la ‘Roja’ y compartiendo quinielas con San José, Javi Martínez, Bruno o Koke. Camacho es patrimonio del Málaga y bandera en alza del malaguismo. Jugador ya de la casa, aunque con la latente posibilidad de que algún día dé un paso hacia otro lugar. Y mientras eso ocurre, si es que ocurre, hay que disfrutar de él como si su partido de mañana fuese el último.

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