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Es Noticia

Sí, Bravo estuvo en Valladolid, pero...

Raúl Bravo, en una imagen de archivo
Todo sobre el Real Valladolid

Parece una nimiedad viendo todo lo que recoge el sumario, ya público, del Caso Oikos. Sin embargo, no deja de sorprenderme algún detalle del mismo al margen de las conclusiones policiales a las que se llega sin tener ni una sola prueba de que los jugadores del Real Valladolid estén implicados en la presunta trama.

En los informes de investigación, aparte de que la fecha es errónea (figura el 16 de marzo en lugar de mayo), se reconoce que se perdió la pista a Raúl Bravo a su entrada en Valladolid antes del ya famoso café con Borja Fernández. Un encuentro en el que, por cierto, no solamente estuvieron ambos; también contó con la presencia de la mujer y la hija del jugador blanquivioleta. Pero no es eso lo que más me llama la atención, hay una cosa que no es cierta.

"Raúl Bravo llega a Valladolid a las 14.30 horas y permanece en la ciudad hasta las 15.50 horas, momento en el que inicia la marcha de su vehículo, dirección Madrid", se refleja. Incluso se remarca que el poco tiempo que pasa en la capital del Pisuerga es un "hecho a destacar", ya que se deduce que el exfutbolista hizo esa visita con el único objetivo de amañar supuestamente con Borja el Real Valladolid-Valencia CF de la última jornada de LaLiga Santander.

Presente en la sesión del equipo

Pues no, Bravo no solo se vio con el centrocampista gallego, sino que también estuvo en el entrenamiento del Real Valladolid que comenzó a las 17.00 horas esa misma tarde. Allí permaneció, al menos, durante la parte inicial del mismo. Y así lo aseguro porque le vi con mis propios ojos, aunque haya llegado un punto en el que parezca que todo el mundo se percató de su presencia en los Campos Anexos, incluyendo los que ni siquiera se asomaron esa tarde por allí.

La visita de Bravo en esa sesión vespertina no fue como la anterior que realizó en enero. Entonces, también pidió ayuda a Borja para que le abriera las puertas y poder dirigir a uno de los equipos de las categorías inferiores pucelanas, hecho que el propio club conocía. Sin embargo, ahí sí que esperó hasta el final del entrenamiento para saludar y hablar con su amigo. En mayo, no; ya había hablado con él mientras compartía café en el centro de la ciudad.

Sí, Bravo estuvo en Valladolid, pero... ni se escondió ni se marchó de forma apresurada como se asegura en el sumario. Que quede constancia de ello porque así fue. Y lo diré donde haga falta decirlo.

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  1. Alejandro Pinilla

    Por lo que parece, esta investigación policial, bien pudiera haber sido, una historia real (a falta de conseguir las correspondientes pruebas). Hasta podría haberse dado por bueno por parte de la policía el tratar de sacar "de nada algo", a la vista de las posibles evidencias. Pero vaya, lo que ya parece evidente a la vista del sumario, es que esto de historia real no tiene nada, y parece ser más bien una mala novela, pero que muy mala, que por otra parte ha hecho daño a mucha gente. ¿Cómo se compensa esto ahora? Un fuerte abrazo para "BORJITA" y muchos muchos peces.