Resacón

Ha sido una experiencia inolvidable (que no se olvida, no maravillosa), incluso por vivir en directo el poco aprecio que bastantes aficionados vascos y catalanes al baloncesto le profesan al Rey, mi paso por la Copa del Ídem en Baracaldo (siento no haber localizado en mi periódico la cita en esta localidad y sí erróneamente en la capital vizcaína, que no vasca).
Dicen que las derrotas escuecen lo mismo. Falso. Si caes con los Lakers de Gasol poniendo contra las cuerdas al hoy mejor equipo del mundo, no es igual que si te dejas llevar sabiendo que la tunda será de campeonato y te trae al pairo el partido. El Cajasol le hizo pupa al Barcelona; de hecho, fue el que más daño le hizo de los tres contendientes que tuvo el posterior ganador. Cierto es que tampoco es la misma la mentalidad de los culés estando el Madrid enfrente que el conjunto sevillano.
Aunque se cumplieran las quinielas y la mayor sorpresa fuera la presencia de Lucas Haurie en el recinto durante un par de días, yo me divertí viendo la máquina barcelonista, la excelente aportación de San Emeterio (¡qué jugadorazo estuvo a punto de venir este verano a San Pablo!) en los cuartos, como de Llull y Jaric, la defensa perfecta del Barça en la final, la exhibición de Lavrinovic en la semifinal, el querer y no poder del antiguo Pamesa frente a la máquina de Pascual…
En fin, todo gratísimo. Y encima de postre nos queda la ampliación y mejora de contrato de Joan Plaza, que seguirá ligado hasta 2012 con el Cajasol esta misma semana salvo sorpresa de última hora. El premio es merecido. Ha devuelto a un muerto a la vida y este domingo se espera la mejor entrada en San Pablo de los últimos tiempos precisamente contra el Barcelona, que vendrá cansado tras la Copa y jugar en Atenas, pero con ganas de romper la mágica racha de nueve triunfos seguidos de los hispalenses en casa.
Después de Plaza, Ollero quiere atar a los imprescindibles de este milagro que ha llevado al Cajasol a la quinta plaza: Kirksay, Savanovic, Calloway. La ventaja es que quieren seguir. A ver si sus agentes son moderados en las peticiones de salario y la espina dorsal del proyecto no se toca.
Estoy feliz sin haber ganado la Copa ni entrar siquiera en las semifinales. Algo tendrá el equipo que tanto engancha.