El 'gafe' de las lesiones musculares

No está siendo una semana fácil para el Real Zaragoza, más bien todo lo contrario. Después de la bofetada propinada por el Girona, la enfermería ha sido la triste protagonista de la semana. No sólo se ha caído de los puestos de promoción, si no que, además, las lesiones vuelven a nuestras vidas para lastrar más si cabe al conjunto aragonés. Cabrera –expulsión aparte- y Campins se van a perder los próximos partidos y, lo que es peor, el Real Zaragoza vive con la sensación de que sus lesiones musculares no serán las últimas.

Hace ya tiempo que las roturas de fibras forman parte del día a día del conjunto blanquillo, así que hace bien Narciso Juliá en pedir explicaciones, en buscar soluciones a una cuestión, como mínimo, preocupante. En este sentido, las causas pueden ser variadas, desde un mal estado de los terrenos de juego, una alimentación inadecuada o los métodos de entrenamientos,… por citar algunas de ellas, y eso es lo que el director deportivo les preguntó el miércoles a los responsables médicos y a los fisioterapeutas, que dónde creen ellos que viene el problema. Juliá ya tiene respuestas y el objetivo a corto plazo es minimizar el daño, sobre todo teniendo en cuenta que llegamos a la parte decisiva de la temporada.
Respecto al juego, el Real Zaragoza confirmó ante el Girona su decadencia de los últimos partidos, después de que el adiós a la racha se adivinase en Tenerife. El equipo tiene un grave problema con el gol, los números no engañan, y ya se sabe que en el fútbol sin gol no hay fiesta. En defensa, a pesar de las bajas, el cuadro blanquillo es fiable, pero en ataque Lluis Carreras tiene que echar mano cuanto antes de su plan B –espero que lo tenga-, antes de que los que criticaban a Ortuño le conviertan en el mejor delantero que se ha visto en tiempos por La Romareda.