Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros con fines analíticos y para mostrarte publicidad personalizada (recopilan datos sobre tus gustos y perfil).

Si continúas navegando por el sitio, estás aceptando su uso.

Puedes rechazar la utilización de cookies u obtener más información al respecto en nuestra Política de Cookies

A través de cualquiera de las páginas webs del Grupo tiene la opción de personalizar las cookies tal y como desee.

Es Noticia

El poder de Lay Hoon

Kike Mateu

Terminó el plazo de fichajes. Unos querían jugadores para reforzar al equipo y otros entendían que, con lo que hay, es suficiente para alcanzar el objetivo Champions. Y creo que ambas posiciones son defendibles con argumentos. No conozco un solo entrenador que no pida siempre jugadores que mejoren su plantilla. Nuno debe hacerlo y su ambición debe ser bien entendida. Pero donde acaba la libertad de pedir de uno, empieza la libertad del que ficha para entender las cosas desde un punto de vista más pragmático. Rufete apostaba por reforzar al equipo solo si aparecían en el mercado jugadores con una relación calidad-precio adecuada. Léase adecuado teniendo en cuenta que el Valencia trajo a Enzo Perez a petición expresa de Nuno antes incluso de que abriera el mercado invernal. Y la cosa subió a 25 millones. Que no es poco ni siquiera para Lim. Y para Lay Hoon.

Así el panorama, no llegó fichaje alguno por mucho que Nuno se cansó de mandar mensajes en ruedas de prensa -no me gustó el método para meter presión- para dejar clara su postura. La situación deja al Valencia, de Febrero a finales de Mayo, con una plantilla lo suficientemente competitiva para llegar a champions al menos vía cuarta plaza. Esa es mi opinión y obviamente la de los que mandan fuera del vestuario. Han leído bien; en plural. Porque aquí termina el partido que hemos radiado en el 105 x 70 de los despachos. Pero esto no era un partido Rufete-Nuno. Primero porque me parecen mas que normales los eternos debates futboleros entre un Director Deportivo y un entrenador, y segundo porque no se nos puede escapar que estos dos dependían de un tercero. Tercera, para ser más concretos.

La posición de Lay Hoon, el árbitro del encuentro

Y eso, sinceramente, es para mi lo que más interesante de la resaca post mercado. La posición de Lay Hoon. El árbitro del encuentro. La Presidenta del Consejo de Administración del Valencia. La que toma cualquier decisión de la empresa en última instancia. Y es evidente, sin necesidad una investigación periodistica estilo 'Swissleaks', que la jefa ha apostado por no abrir más la caja del dinero hasta el próximo verano.
Cada uno tendrá su opinión, pero a mi me parece que Lay Hoon ha demostrado, desde este primer día deportivo, que el Valencia se gobierna ahora desde el raciocinio y no desde el despilfarro. Desde el rendimiento y no solo la chequera de Lim. Es más, no tengo duda que si Peter Lim coloca a su mano derecha a dirigir el Valencia, es precisamente para poner razón en un mundo llevado habitualmente por el corazón. Para gastar el dinero de Lim pero no despilfarrarlo. Para hacer buena su inversión económica más allá de los anhelos de ganarlo todo pasado mañana.
Me gusta. Me gusta su porte sencillo, su imagen humilde y su cercania con la gente. Y me gusta su seriedad, su pulso firme y su mano derecha o izquierda -depende de cada situación- para decidir en el Valencia de Lim. No está en el cargo para figurar. De eso, ya no hay duda.
Y sinceramente, no cometeré el error de buscar en este mercado vencedores ni vencidos. Lo más facil es pensar que Rufete le ha ganado la batalla a Nuno. Pero yo creo que simplemente Lay Hoon ha creído -esta vez- que no era necesario gastar más dinero para alcanzar la Champions. Y de la misma manera, mañana puede estar de acuerdo con Nuno y no con Rufete. Porque Lay Hoon es el Valencia. No tiene bandos. No tiene filias ni fobias. Es práctica. Como tantas mujeres. Como la mia, como la suya. Como casi todas.
Kike Mateu
Jefe de Deportes de Gestiona Radio Valencia. 

 
 
 
 
 
 
 
 

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar